Fundido y exhausto. Agotado, hasta el punto de acabar casi consumido tras las innumerables palizas a las que tuvo que hacer frente por la falta de un sustituto de garantías. Así acabó buena parte de los partidos de la pasada temporada Codi Miller Mc-Intyre. No es de extrañar, si se comprueban las minutadas que permanecía en pista el exdirector de juego baskonista.

El 'lobo' promedió cerca de 30 minutos en Euroliga y otros tantos en ACB. Cifras que de haberse contabilizado los últimos partidos serían incluso aún mayores, ya que en el tramo inicial del curso compartía más minutos con Mannion y poco después con Chiozza o Theodore.

Sin embargo, una vez que Ivanovic perdió su confianza en estos dos últimos, la presencia del director de juego estadounidense creció aún más. No era extraño ver al hoy director de juego del Estrella Roja jugando la friolera de 35 minutos en ocasiones.

Codi Miller-McIntyre fue el jugador que más minutos disputó con el Baskonia el pasado curso Alex Larretxi

Segunda mitad de una tacada

Auténticas palizas que le obligaban a permanecer sobre el parqué la segunda parte al completo, ya que sus únicos minutos de descanso se producían en una primera mitad en la que su relevo bajaba notablemente las prestaciones del equipo y ya no volvería a pista.

Esa ausencia de un recambio provocaba que Miller-Mc-Intyre afrontase los minutos finales de los partidos sin el oxígeno necesario que transportar a sus piernas para ser ese jugador clave. Fundido, agotado, exhausto y consumido. 

Un problema que ya padeció en la temporada anterior cuando Darius Thompson perdió a su fiel escudero Pierria Henry y su sustituto, Max Heidegger, no cumplió las expectativas, lo que obligaba al ahora director de juego del Anadolu Efes a permanecer más minutos en cancha de lo deseado.

Darius Thompson, durante un partido de Euroliga ante el Anadolu Efes Josu Chavarri Erralde

No revivir problemas del pasado

Pues bien, el Baskonia confía en no revivir estos problemas recientes y ha dotado del fondo de armario suficiente al puesto de base. Ya desde el inicio de curso cuenta con tres directores de juego de garantías –los estadounidenses Forrest y Baldwin y el serbio Jaramaz–, capaces de dotar de estabilidad al juego del equipo azulgrana y evitar las caídas de tensión que se han producido en estos dos últimos ejercicios con la salida de pista del uno titular.

Al contar con una rotación mayor, Laso podrá dosificar la ración de minutos de sus jugadores. Un equilibrio que permitirá al base elegido para los momentos de la verdad llegar fresco de piernas, algo que no ocurrió el pasado ejercicio con Codi Miller-Mc-Intyre, ni el anterior con Darius Thompson.

El club tenía claro que este año su prioridad era contar con tres bases de garantías, ya que no quería revivir viejos fantasmas del pasado. Hasta que Baldwin consiga liberar su ficha de extracomunitario y amarre su pasaporte, todo apunta a que el descarte para las ocho primeras jornadas de la ACB será uno de los dos directores de juego estadounidenses.

Pese a este contratiempo inicial, el Baskonia dispondrá de dos directores de juego de garantías para el arranque de la competición doméstica, aún en el albor de la temporada y con el depósito de energía de los jugadores aún lleno, y encima ambos podrían tener un reparto casi equitativo de minutos, lejos eso sí de los más de 30 que permanecía en pista su predecesor Codi Miller Mc-Intyre.

En Euroliga este problema no existe al no haber límite de extracomunitarios, lo que permitirá racionar aún más los minutos de los tres bases baskonistas. Más frescura para todos ellos. Oxígeno para un puesto clave como es el de base.

Ayuda para Howard y TLC

Es más, la versatilidad de jugadores como Baldwin y Forrest, capaces de alternar en los puestos uno y dos, permitirá al Baskonia también dar algo de aire fresco al puesto de escolta, donde Markus Howard y Timothé Luwawu-Cabarrot parecen los candidatos a jugar la gran mayoría de minutos, a la espera de ver la respuesta que pueda dar el joven canterano Pavel Savkov, cuyo rendimiento aún es una incógnita.

Y es que los dos estadounidenses cuentan con el físico suficiente para poder defender en el puesto de dos y con capacidad para anotar, lo que en un momento dado del partido les podría llevar a actuar en esa posición, bien por problemas de faltas o por lesión de los dos jugadores anteriormente citados.

El hecho de que tanto Baldwin como Forrest tuvieran que actuar algunos minutos en el puesto de escolta, tampoco es que les vaya a saturar, ya que tienen otro relevo para la posición de director de juego en Jaramaz.

No se intuyen grandes minutadas, a priori, de ninguno de ellos. Son las ventajas de la polivalencia y la versatilidad de los nuevos jugadores azulgranas. Esta mayor rotación dará, en definitiva, mucho más oxígeno a la cuerda exterior del Baskonia.