El último fichaje azulgrana del verano, Ognjen Jaramaz, ha sido presentado esta mañana como nuevo jugador del Baskonia en una rueda de prensa en la que dejó claro su deseo de dejar atrás una temporada difícil en el Partizan y aprovechar al máximo la oportunidad que le brinda su nuevo equipo.
"No puedo negar que amo al Partizan, pasé unos grandes años allí, pero el poder jugar en el Baskonia y trabajar con Pablo Laso es una gran oportunidad para mí. Es un paso adelante y espero poder jugar mejor este curso que el anterior", afirmó el jugador de 28 años.
Poder trabajar a las órdenes de Laso ha sido un incentivo para Jaramaz, que también consultó al exbaskonista Vanja Marinkovic antes de tomar la decisión de aterrizar en Vitoria: "Tuve la oportunidad de hablar con él y no tuvo más que buenas palabras hacia la organización. Él ama este lugar y lo conoce bien por los tres años que estuvo aquí, así que eso es algo importante para mí. Espero que me vaya tan bien a mí como a él".
Por el momento, las sensaciones para él no podían ser mejores pese a ser el último en llegar. "Mi primera impresión del equipo es fantástica. El vestuario me ha aceptado desde el primer momento y ya hemos ido a cenar juntos, así que la conexión es muy buena por ahora. La comunicación con el cuerpo técnico también está siendo fluida, así que estoy feliz de estar aquí y con ganas de empezar a competir", aseguró el director de juego de Krusevac.
Diferente a Forrest y Baldwin
Jaramaz, como él mismo describió, se trata de un base distinto a Trent Forrest y Kamar Baldwin en cuanto a sus características, algo que le puede dar mayor protagonismo en determinados contextos. "Vamos a jugar muchos partidos, así que es positivo tener tres bases para combinar posibilidades diferentes. En función del oponente esas combinaciones nos ayudarán", argumentó.
Concretamente, el base serbio opina que puede aportar al equipo "creación y capacidad para elevar el ritmo ofensivo y encontrar a los compañeros en buenas situaciones", mientras que en defensa no va a tener problema para ponerse el mono de trabajo y mostrar "agresividad y esfuerzo individual" para ayudar al equipo. Además, destacó que puede jugar tanto en el puesto de uno como en el de escolta, por lo que podría compartir cancha con Forrest o Baldwin.
Otro aspecto que le diferencia de sus homólogos es su experiencia en la ACB en la temporada 2018-19, algo que le puede ser de gran ayuda en su adaptación. "Tuve la posibilidad de conocer la competición el año que pasé en Burgos y creo que es la mejor liga nacional de Europa. Siempre quieres competir al máximo nivel y volver a jugar en la ACB es una gran oportunidad para mí", apuntó.
Nuevo capítulo
Lo que está claro es que, tras una campaña difícil en Belgrado, Jaramaz busca recuperar su mejor versión con su llegada al Baskonia y dejar atrás un tramo final de la temporada 2023-24 en el que apenas tuvo protagonismo. Eso sí, aseguró que las informaciones que apuntaron a una denuncia del propio Jaramaz contra su técnico Zeljko Obradovic fueron "falsas" y que el mes que estuvo apartado se debió a "una lesión". "La comunicación con Obradovic y con el club fue buena, no tengo ningún problema con ellos. Simplemente fue una decisión técnica que no jugara en el tramo final", defendió.
Sea como fuere, el director de juego de 1,93 metros sólo piensa en lo que está por venir. "Para mí, el mayor reto es siempre el que tengo delante de mí, así que en este momento hacer un gran año en el Baskonia es lo más importante para mí. Estoy feliz de haber aceptado este desafío y espero mejorar a lo largo de la temporada y ayudar al club a conseguir sus objetivos", sentenció.