El aficionado baskonista vuelve a estar con el miedo en el cuerpo de cara a la consecución de uno de los objetivos subrayados en rojo antes del descorche de cada temporada. A dos jornadas para el cierre de la primera vuelta, el billete para la Copa del Rey de Málaga sigue pendiendo de un hilo

El riesgo a quedar excluido del cartel del evento previsto en el Martín Carpena en febrero del 2024 ya es latente para un equipo que, tras una serie de esfuerzos sobrehumanos para intentar remontar puestos en la Euroliga, comienza a acusar la carga de minutos en las piernas de algunos jugadores.

El varapalo en la Ciudad Condal no entraba en ningún pronóstico y el Barcelona terminó por vengar la afrenta sufrida recientemente en el Buesa Arena en la máxima competición. Por primera vez desde el desembarco de Ivanovic, el Baskonia ni siquiera hizo gala de ese sello tan competitivo que ha paseado semanas atrás en todos los lugares. Esta vez se desmoronó tras el descanso sin poder echar el aliento en la nuca a un Barcelona poco exigido.

Los culés amargaron la existencia al cuadro alavés a base de defensas asfixiantes y rápidas transiciones. Se sucedieron una tras otra las pérdidas de balón y los ataques carentes de clarividencia hasta caer en las garras de un Barcelona que, he aquí lo preocupante, tampoco llegó a completar una actuación redonda y no necesitó alardes para satisfacer su objetivo.

No solo la derrota en sí fue algo muy negativo sino también la pesada losa de los 20 puntos en contra –por fortuna, hubo algo de maquillaje tras ese 77-47 a pocos minutos del epílogo– para el basket average general de cara a la Copa en caso de empates. Fue el vitoriano un conjunto prácticamente derrotado desde el salto inicial, sin ningún tipo de chispa y hecho trizas por la apisonadora catalana con el paso de los minutos.  

Derrumbe sin paliativos

El Baskonia perdió sus madrugadoras ventajas en el marcador al entrar demasiado rápido en el bonus y conceder muchos tiros libres a un Barcelona que, por otro lado, justificó en el arranque las razones de su vulnerabilidad y fragilidad mental. Howard volvió a llegar la voz cantante en el plano anotador de un equipo vitoriano reñido con el acierto y que llegó vivo a duras penas al descanso gracias a dos triples de Moneke.

El partido no respondió a las expectativas con errores de bulto en ambas filas y unos guarismos anotadores por debajo del nivel habitual. Eso sí, la entrada en pista de Jokubaitis supuso un punto de inflexión para el Barcelona, ya que la batuta del base lituano sumió en muchas dificultades a los alaveses hasta un peligroso 35-25.

El Baskonia se sintió muy incómodo en el cinco contra cinco posicional y ello le hizo tener que remar a contracorriente desde el segundo cuarto. Se vio un equipo con las piernas pesadas y huérfano del célebre dinamismo desde la llegada de Ivanovic.

El montenegrino agradeció algún brote verde protagonizado a nivel de intimidación procedente de Diop, pero un día más el ingreso de Chiozza para dar oxígeno a Miller-McIntyre constituyó el preludio de una grave desconexión.

Tras el descanso, se mantuvieron los malos síntomas alaveses. La pegajosa defensa de Abrines sobre Howard nubló el ataque de un Baskonia que volvió a asistir a un voraz despegue blaugrana en mitad de un aluvión de pérdidas y ataques presididos por la falta de rigor. Tan mal lo vio Ivanovic que rescató del ostracismo a Mannion en busca de un revulsivo que nunca llegó. El ítaloestadounidense tan solo dejó como acción más destacada una asistencia a Kotsar.

Una canasta de Diop precedió un parcial de 13-0 que puso en órbita al Barcelona y sentenció el encuentro. Demasiadas facilidades para un conjunto catalán que negó los caminos del aro al Baskonia y también hizo daño en la 'pintura' por mediación de Willy Hernangómez.

Un día para olvidar, aunque el calendario no concede ningún respiro a la vuelta de la esquina con otra semana de lo más exigente concretada en una doble salida en la Euroliga a Belgrado (Maccabi) y Estambul (Efes). El peor partido de la era Ivanovic con un grupo irreconocible que, eso sí, al menos merece un voto de confianza de cara a las próximas refriegas por lo hecho hasta ahora.

Estadísticas del Barcelona DNA

Estadísticas del Baskonia ante el Barça DNA