68 puntos había sido hasta ahora la anotación más baja del Baskonia en la presente temporada. La escuadra azulgrana se quedó sin rebasar la barrera de los 70 puntos en dos ocasiones, ambas con Peñarroya en el banquillo, en ACB frente al Andorra en un duelo que acudió en cuadro y el otro frente al Bayern en casa. Pues bien, en el Palau su anotación fue más pobre aún al quedarse en los 62.

La caída de plomos de la escuadra gasteiztarra fue total. Un apagón en toda regla. Y es que tras anotar 11 puntos en los primeros 4:23 minutos el conjunto azulgrana se descompuso ante la intensidad defensiva culé. La escasa cifra de 51 puntos anotados en más de 35 minutos de juego así lo confirma.

Abrasado. En el Palau se vio a un Baskonia sin intensidad y energía para presionar a su rival, sin el ritmo necesario en su juego. Y es que durante muchas fases, no es que los hombres de Dusko marcharan una marcha por debajo de lo habitual, llegaron a ir dos o hasta incluso tres.

Parecía que tenían plomos en las piernas. Llegaban tarde para puntear los tiros de los exteriores culés, se quedaban pinchados en casi todos los bloqueos y en las inmediaciones del aro eran superados con suma facilidad. Demasiado blandos.

Sin embargo, los problemas no acababan ahí. Y es que a su mal día defensivo hay que unir otro aún peor en ataque. Los 62 puntos anotados, como ha quedado dicho anteriormente, lo confirman.

El Baskonia pecó en exceso de individualismo. Durante muchas fases del encuentro, un gran número de jugadores hizo la guerra por su cuenta sin recurrir a sistema alguno.

LOS TRIPLES Y LAS PÉRDIDAS

Además, para colmo de males, la tropa baskonista no tuvo su día en el lanzamiento exterior. Su media en ACB en el lanzamiento triple estaba antes de este partido en un 37% y ante el Barça bajó hasta un 32% tras anotar tan solo 8 de sus 25 lanzamientos desde los 6,75 metros.

Marinkovic y Mannion con 0/3 ambos fueron los peores en este aspecto. Pero es que sus compañeros tampoco es que ayudaron en exceso, salvo un Howard que se fue hasta el 41% con sus 5/12 y Miller-McIntyre al 100% con su 1/1. Por su parte, Rogkavopoulos erró sus dos intentos y Chiozza el suyo. Mal.

Peor aún fue el capítulo de pérdidas. El Baskonia, un equipo habituado a controlar este tipo de errores y que promediaba hasta esta jornada 13 balones regalados, se fue en esta ocasión hasta los 21. Demasiados para poder a optar a la victoria en una plaza tan complicada como es el Palau y el Barça supo sacar provecho de ello para anotar la friolera de 20 puntos tras pérdida. 

Si mal estuvieron en el control del juego, peor aún en el apartado anotador de varias de sus piezas importantes.

Y es que hasta cinco de los jugadores azulgranas, dos de ellos con cierto peso en anotación casos de Marinkovic y Rogkavopoulos, se quedaron con su casillero de puntos a cero, al igual que Mannion, Raieste y Dani Díez. Moneke tampoco tuvo su día y se quedó en 6. Demasiados problemas para un Baskonia a años luz en el Palau de lo que suele ser. No compitió por primera vez desde la llegada de Dusko Ivanovic al banquillo. Un fundido a negro total.