El Baskonia continúa sin levantar cabeza y ante el Unicaja encajó su tercera derrota de la semana en el Buesa Arena, que puede significar que desde la dirección deportiva se tomen pronto decisiones drásticas.

Se volvió a ver a un equipo desnortado, con enormes grietas en la parcela defensiva –encajó 93 puntos– y sin nadie al timón. Ni siquiera un último cuarto mágico de Howard con 21 puntos seguidos para los locales evitó el desastre.

El conjunto gasteiztarra, que partió de inicio con su habitual quinteto formado por Miller-McIntyre, Howard, Sedekerskis, Costello y Kotsar, arrancó el choque igual de descentrado que al término del duelo contra el Zalgiris.

El Unicaja, aprovechando las dificultades de Costello para seguir la marca de un agresivo Osetkowski, entró al duelo con mayor intensidad y en cuestión de dos minutos y medio se colocó con un 0-9 en el marcador con el que generó las primeras dudas en los locales.

Un triple de Miller-McIntyre y el ingreso de Moneke en la cancha despertó al Baskonia en el plano ofensivo, pero siguió cometiendo desajustes y errores atrás, algo que, sumado a sus dificultades para cerrar el rebote –4 capturas frente a las 14 de Unicaja en el primer cuarto– dejó un 19-25 en el marcador al final del parcial.

Algo mejor comenzó el segundo cuarto, en el que con un quinteto pequeño con Moneke ejerciendo de cinco y Dani Díez en el cuatro, el Baskonia se acercó a dos puntos con las canastas de Mannion y Marinkovic.

Respondieron al momento los malagueños con dos triples consecutivos de Carter que permitieron al Unicaja alcanzar los diez puntos de renta, pero Moneke no tenía la intención de permitir que se rompiera el partido y anotó siete puntos consecutivos para volver a acercar a los alaveses con el 30-33.

Rogkavopoulos igualó el duelo con un triple y los titulares, con una notable mejoría de Costello y Kotsar respecto al arranque del encuentro, mantuvieron el buen momento y consiguieron ponerse por delante por primera vez. La ventaja, en cualquier caso, no llegó a superar los tres puntos y una canasta de Perry en una transición mal defendida estableció las tablas al descanso (44-44).

Tercer cuarto desastroso

Al regreso de vestuarios, al Baskonia le costó sumar puntos, ya que Howard, totalmente desaparecido, siguió errando lanzamientos y Mannion, en la cancha por la acumulación de faltas de Miller-McIntyre, tampoco estuvo acertado.

Todo lo contrario sucedió en el Unicaja, que fue encontrando diferentes protagonistas con Ejim, Taylor y sobre todo Carter, a quien los alaveses fueron incapaces de frenar.

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En imágenes: Buen ambiente en las gradas en el Baskonia-Unicaja Pilar Barco

Aguantó el Baskonia el tirón hasta el 50-50 con rebote ofensivo y transiciones, pero a partir de ahí se le fundieron los plomos completamente. Los hombres de Ibon Navarro olieron la sangre y encadenaron en cinco minutos un parcial de 0-18 frente a un Baskonia descompuesto en defensa y, una vez más, huérfano de un referente al que entregarle el balón en ataque.

Peñarroya se quedó sin asientos suficientes en el banquillo para castigar a los jugadores que no estaban dando la talla e introdujo a Raieste en una decisión casi desesperada, pero con la que el equipo al menos recortó cinco puntos gracias a Kotsar y Costello.

El 60-73 que reflejaba el marcador al comienzo del cuarto decisivo dejaba pocas opciones a los azulgranas, que aun y todo lo intentaron. Peñarroya, sin confianza en ninguno de los dos bases, apostó por colocar a Marinkovic en el uno y jugar la baza más socorrida para intentar remontadas imposibles: el Howardsistema.

El escolta norteamericano, que solo anotó un punto en la primera media hora de partido, se echó a su espalda todo el peso del juego ofensivo del equipo y entró en ebullición.

Con canastas de todos los colores y una exhibición memorable, anotó 21 puntos seguidos para su equipo mientras Taylor intentaba replicarlo en la cancha contraria, y él solo llegó a acercar al Baskonia a solo un punto con el 83-84 a minuto y medio del final tras un parcial de 23-9, pero remó para morir en la orilla.

Taylor respondió con un triple frontal y no hubo milagro. La magia se apagó al final y el Unicaja se llevó la victoria por 84-93. La gran cuestión ahora es si estas tres derrotas seguidas significarán que se apague también la etapa de Joan Peñarroya en Vitoria-Gasteiz.

Estadística del Baskonia

Estadística del Unicaja