Nadie creía. El partido tenía un dueño claro. El Unicaja dominaba con mano firme. El cuadro malagueño, que llegó a amasar una máxima renta de 18 puntos, mandaba en el marcador por 60-75 a falta de 8:24. Todo parecía perdido.

Ni los dos puntos anotados por Kotsar permitían soñar en una remontada en la que muy pocos creían en el Buesa Arena. El recinto baskonista estaba mudo ante la exhibición del cuadro andaluz y se preparaba para sufrir una nueva derrota.

Condenado. Así estaba el Baskonia hasta que apareció Markus Howard. El de New Jersey se puso la capa de superhéroe y se echó al equipo a la espalda. El francotirador azulgrana sí creía en los milagros. Howard tenía fe. No se rindió y tiró del carro en un último cuarto espectacular. Markus Howard fue más Markus Howard que nunca ante el Unicaja.

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En imágenes: Así ha sido el Baskonia-Unicaja en el Buesa Arena Pilar Barco

El menudo escolta estadounidense dio un giro de 180 grados a su actuación en el choque ante el conjunto costasoleño. Y es que tras no dar una a derechas en los primeros 30 minutos, su actuación en los 7:46 que estuvo en pista durante ese último cuarto fue de otra galaxia.

El escolta norteamericano llevaba al término de los primeros 30 minutos tan solo un punto en su casillero, fruto del lanzamiento de una técnica a Djedovic al borde del descanso.

Howard no había anotado ni una sola canasta en los 13:55 que había estado en pista. Su carta de tiro presentaba un pobre 0/1 en tiros de 2 y de 3. Sin rebotes, sin asistencias y con tres perdidas, el killer baskonista presentaba un -5 en la valoración. No era su día.

Una máquina de anotar ante Alberto Díaz

Pues bien. Con todo perdido, Peñarroya le llamó al orden a la desesperada. Si alguien podía solucionar un desaguisado de ese nivel es Markus Howard. Un microondas que eleva la temperatura en un visto y no visto. El compulsivo anotador baskonista puso el partido en ebullición con sus canastas imposibles ante un titán defensivo como Alberto Díaz.

El líder de una remontada que estuvo cerca. Y es que del 60-75 se pasó al 83-84 a falta de 1:44 del final gracias a un nuevo triple de Howard en este último cuarto de ensueño. Sí, un último periodo de auténtica estrella.

Los números así lo confirman. En los 7:46 minutos que estuvo en pista, el genial jugador estadounidense anotó 21 de los 24 puntos del Baskonia. Kotsar anotaría los otros tres. El resto de compañeros no aportó ni uno.

Sin bases

Jugando el Baskonia sin bases los últimos 7:08 minutos del partido ante la incapacidad de Miller Mc-Intyre y Mannion de dar fluidez y consistencia al juego en estático del cuadro gasteiztarra, los hombres de Peñarroya fiaron toda su suerte a Howard y éste respondió. Con creces además.

Sus 21 puntos en el tramo decisivo del partido dan buena cuenta de ello. Howard firmó un espectacular 5/7 en triples (71%), 4/5 (80%) en tiros de 2 y 1/2 (50%) en libres. Recibiría tres faltas y acabaría con una valoración de 18 puntos. Sin embargo, su fe no fue suficiente. Casi. Estuvo cerca.