Una de las veladas amenazas este lunes para el Deportivo Alavés en su estreno liguero ante el Cádiz en el Nuevo Mirandilla será precisamente un viejo conocido de Mendizorroza. Gonzalo Escalante, futbolista ya en propiedad del club gaditano hasta 2026 tras ejecutar la opción de compra a la Lazio por algo menos de cuatro millones de euros, constituye una de las grandes incógnitas en el once que presente Sergio González tras haberse reincorporado al grupo el pasado miércoles.

El racial centrocampista argentino, de 30 años, sufrió una rotura muscular en el último encuentro liguero de la pasada temporada ante el Elche que certificó la salvación definitiva de los andaluces.

Durante un amistoso de la actual pretemporada se resintió de dichas molestias viéndose obligado a parar para no agravar su estado físico. “La zona de la lesión está blandita, hemos sido precavidos de que no jugara estos últimos partidos. Ante el Alavés debería estar bien, pero ya veremos cuántos minutos juega”, explicó el técnico del Cádiz, quien para el doble pivote tiene seguro a Rubén Alcaraz.

En un movimiento calcado al que le llevó en su día al Alavés, Escalante aterrizó en el Cádiz durante el pasado mercado invernal en calidad de cedido. En 14 partidos anotó cuatro goles y, al igual que sucedió en Vitoria, se ganó la admiración de la afición gaditana con sus virtudes ya conocidas por todo el mundo: sacrificio defensivo, capacidad para morder en la zona ancha, llegada al área desde la segunda línea y, sobre todo, un entusiasmo que contagia a sus compañeros.

Por todo ello, el Cádiz no dudó en acometer su renovación por espacio de tres temporadas más con el fin de que se convierta en uno de los líderes de su proyecto. “Cádiz es una ciudad noble, por lo que estoy muy contento de haber elegido este club”, subrayó el argentino tras oficializarse el acuerdo.

Virtudes muy conocidas

Cabe recordar que Escalante fue, sin duda, de los contados futbolistas del Alavés que se salvó de la quema durante la fatídica temporada 2021-22 que envió a la entidad del Paseo de Cervantes a Segunda División.

Su empuje y acierto goleador desde el mes de enero, eso sí, no fueron suficientes para evitar un traumático descenso. Ello no quita para que el rocoso jugador nacido en Bella Vista se adaptara a la perfección a la filosofía del club y resultase clave a la hora de prender la mecha de la ilusión en pos de la salvación.

La intensidad, el esfuerzo y la garra son innegociables para Escalante y ello pudo ser comprobado en primera persona por un Alavés que no pudo retenerle una vez consumado el descenso de categoría pese a ser su deseo.

Pues bien, el conjunto albiazul se expone en unos días a sufrir su mejor versión. La de un centrocampista que abarca muchísimo campo, está siempre bien posicionado –y disponible para sus compañeros en las ayudas– y que se muestra como un auténtico obstáculo para los rivales que se lo encuentran de frente cuando tratan de encarar el área rival.