Lo que en su día fue la casa del gaitero de la localidad alavesa de Laguardia hoy acoge un espacio donde disfrutar mientras se descansa. Un rincón donde te hacen sentir como en casa y donde lo único que importa es que desconectes entre piedras y vigas que hablan de historia y se dan la mano con la última tecnología, la decoración más cuidada y la sostenibilidad. Bienvenidos a Casa Garabitero. Bienvenidos a un lugar donde uno descansa, sueña, disfruta.
Trabajo (y sueño) de dos
Sofía García y José Ramón Argomaniz es el matrimonio que está detrás de esta casa rural enclavada en el centro mismo de la bella localidad de Laguardia. En plena Calle Mayor y a apenas unos metros de la Iglesia de Santa María de los Reyes se encuentra lo que empezó siendo un sueño y un empeño por parte de Sofía en un primer momento para dar vida a esta acogedora y encantadora casa rural donde pasar un fin de semana es olvidarse de todos y de todo.
Por parte de Joserra (algo más reacio al principio con la idea) siempre han estado muy vinculados en la villa ya que él nació aquí y era una manera de volver al pueblo, de invertir en él y de apostar por un nuevo proyecto que de nuevo les uniera en el trabajo y la familia: mientras él es constructor, su mujer se dedica a vestir esas estancias y viviendas con el mejor interiorismo y diseño interior.
Lo que hoy vemos hecho realidad es el presente de muchos años de esfuerzo, trabajo y algún que otro contratiempo de salud. Meses que empezaron a correr hasta que por fin encontraron la casa ideal, en pleno casco viejo de Laguardia, ya que no era fácil dar con una construcción que estuviera en venta de arriba a abajo en su totalidad. La vivienda que hoy alberga los dos apartamentos de esta casa rural, además de la zona más alta que es donde se encuentra la vivienda de este matrimonio y sus hijos. Desde que abrieron este alojamiento en verano, el matrimonio reside de forma permanente en la localidad.
Pasado el primer escollo, empezó el arduo trabajo de Joserra de dar forma a una casa que debía reunir tres claves que ellos consideraban esenciales para este negocio de emprendimiento que ponían en marcha juntos (y que creemos que no será el último): respetar la arquitectura tradicional, hacer de esta una casa sostenible y eficiente y vestirla con un interiorismo cómodo, elegante, con elementos recuperados y con otras piezas más vanguardistas. De esto último se encargó Sofía.
El resultado salta a la vista y enamora al recorrer cada una de las estancias de esta casa donde parece que el tiempo se detiene gracias a una piedra que te lleva al mágico pasado de esta villa medieval en una tierra de vinos y viñedos que se pierden en la vista.
Por el camino, un accidente mientras estaba trabajando en la reforma mantuvo a nuestro protagonista apartado un año; pero, con todo el apoyo familiar (sobre todo de los dos hijos del matrimonio), por fin en junio abrió sus puertas Casa Garabitero. A su lado, además de Oier, Ioar y toda su familia, también contaron con el asesoramiento y ayuda de la Fundación Gaztenpresa de LABORAL KUTXA.
Toda una experiencia
Casa Garabitero es algo más que una casa rural o un alojamiento para descubrir los bellos rincones y parajes tanto de esta localidad, como de toda la zona de alrededor en la Rioja Alavesa. No en vano estamos ante una de las localidades más bonitas y que cada semana atrae a numerosos turistas que buscan descubrir la magia, la historia y la cultura de esta villa amurallada que guarda un tesoro en su interior en forma de calados o cuevas (la misma que tiene este alojamiento y donde hace siglos se acumulaba vino).
Precisamente, la cultura alrededor del vino, la historia y el patrimonio se unen en esta casa rural que se convierte en una experiencia de bienestar y donde te están esperando para una escapada de ensueño, una celebración en familia o para tus eventos profesionales. Sea como fuere, el recibimiento de sus dueños es siempre el mismo: de lo más cálido y acogedor haciendo que te sientas como en casa.
Y es que, en tu escapada a Laguardia, Casa Garabitero es eso, tu casa.