VITORIA. Estos cruces son la intersección que conecta la N-124 con la localidad de Berantevilla y el polígono de Lacorzanilla, y el acceso desde esta misma vía a la autopista AP-68 y Miranda de Ebro, según ha recordado el Gobierno foral en un comunicado.

Los trabajos se centran en estos momentos en el asfaltado de la calzada izquierda de la futura N-124 y de la variante de Berantevilla. Casi 200 personas, apoyadas por decenas de vehículos, se encargan de estas obras, que han sido visitadas este miércoles por el diputado foral de Infraestructuras Viarias y Movilidad, Josu López de Ubierna.

En estas labores de asfaltado se emplearán 186.000 toneladas de firmes (zahorra, bases asfálticas y betún) y 175.000 toneladas de otros materiales para la explanación y estabilización de suelos.Este trabajo comenzó hace dos semanas y se prolongará, si las condiciones meteorológicas son adecuadas, hasta finales del mes de noviembre.

A partir de ese momento, comenzarán los trabajos de señalización, balizamiento y barreras de seguridad primero, a los que seguirán las pruebas de carga de estructuras e inspección de seguridad. El objetivo es abrir al tráfico en el primer trimestre de 2019 la calzada izquierda de la futura N-124 y la variante de Berantevilla.

NUEVO ENLACELa conexión entre Berantevilla y la N-124 se realizará mediante una nueva variante al sur del núcleo urbano, de 3,6 kilómetros de longitud, que se unirá al nuevo enlace a desnivel que dará acceso seguro también a Zambrana, el polígono de Lacorzanilla, Miranda de Ebro y la AP68.

López Ubierna ha explicado que estas actuaciones mejorarán la seguridad en la zona y ofrecerán "nuevas posibilidades de desarrollo" a Berantevilla.

El diputado foral ha destacado el "esfuerzo inversor" realizado para mejorar la Red Foral de Carreteras, con proyectos como el de la variante de Berantevilla, la mejora de la N-240 en el entorno de Elosu y Legutio, o el acondicionamiento de la carretera entre Assa y Elvillar.