Fuerzas israelíes han matado este lunes a tres palestinos en enfrentamientos armados durante una operación en un campo de refugiados de la ciudad de Nablus, uno de los principales puntos de tensión del conflicto palestino-israelí en el norte de Cisjordania ocupada, mientras sigue la dura escalada de violencia.

Soldados israelíes irrumpieron esta madrugada en el campo de refugiados de Balata, donde llevaron a cabo una incursión que derivó "en disparos e intensos choques" y se saldó con la muerte de tres palestinos por fuego israelí, según informaron el Ministerio de Sanidad palestino y la agencia oficial de noticias Wafa.

A los fallecidos -de 32, 30 y 24 años respectivamente- se han sumado seis personas que resultaron heridas, y al menos una de ellas está en estado grave, concretó Sanidad en un comunicado.

"Crimen de guerra"

Según Wafa y prensa local, las fuerzas israelíes entraron al campo de Balata -el más poblado de Cisjordania- con vehículos blindados y excavadoras, desplegaron francotiradores en los techos de algunos edificios e inicialmente impidieron que ambulancias y personal médico accedieran al lugar para evacuar a los heridos.

La oficina del presidente palestino, Mahmud Abás, calificó los hechos de esta madrugada como "una masacre" que supone "un crimen de guerra" y "es una continuación de la guerra integral" que Israel "libra contra el pueblo palestino".

Nablus, núcleo histórico de resistencia armada y bastión de nuevas milicias locales como Guarida de los Leones -que actúan de forma independiente a las facciones tradicionales palestinas- es uno de los focos de tensión de este último año con Israel. Este ha hecho numerosas incursiones en la urbe que se han saldado con muertos, la última el pasado 15 de mayo, en la que murió también otro palestino.

Repunte de la tensión

Las redadas de fuerzas israelíes en urbes y pueblos de Cisjordania se producen casi diariamente desde hace más de un año, en medio de un fuerte repunte de tensión del conflicto palestino-israelí que se ha traducido también en un aumento de ataques palestinos o de las agresiones perpetradas por colonos israelíes.

Esto ha hecho que 2023 sea el año más mortífero en el marco del conflicto desde los tiempos de la Segunda Intifada (2000-2005).

En lo que va de año, e incluyendo los fallecidos de este lunes, 116 palestinos han muerto en Cisjordania e Israel, la mayoría milicianos en choques violentos con tropas israelíes durante incursiones en poblaciones palestinas, pero también civiles, incluidos 20 menores. Del lado israelí han fallecido 19 personas en ataques cometidos por palestinos, la mayoría colonos, y entre ellos tres menores.

Israel se hizo con el control de Cisjordania y Jerusalén Este en 1967, y desde entonces mantiene una ocupación y colonización sobre estos territorios que es de las más largas de la historia reciente.