No es nada nuevo. Al sacar una chaqueta o un pantalón de la lavadora encontrar una bola de papel apelmazado en un bolsillo. Puede ser la lista de la compra, un pañuelo de papel o, dadas las fechas en las que estamos, un décimo o una participación de lotería. Si el día 22 de diciembre te acuerdas del número desaparecido y lo ves en pantalla, el disgusto será grande. Pero no todo tiene que estar perdido, si se han conservado los restos se puede intentar cobrar. Pero será largo y laborioso.

El susto y la frustración se adueñan de quienes se saben poseedores de los restos de un décimo. Pero mantener la cabeza fría puede ayudar.

El principal motivo por el que se estropea undécimo se encuentra en la lavadora. Se calcula que al año unos 60 décimos sufren algún daño catastrófico. Una segunda posibilidad, y muy por detrás de la primera, es que sufra daños en el planchado de la ropa. También es razonablemente común que haya caído al cubo de la basura y los diversos lixiviados emborren o destrocen el papel. Una rotura accidental, por ir camuflado entre otros papeles que son destruidos, por confundirlo con el de un sorteo ya celebrado y que no tiene premio o por cualquier otra razón también puede suceder. Aunque en estos casos su validación es más sencilla.

Antes de tirar o romper un décimo, hay que asegurarse bien de que realmente no está premiado¡. Jorge Muñoz

¿Qué hacer si el décimo está muy deteriorado?

Pero como la esperanza es lo último que se pierde, de lo contrario no jugaríamos a la Lotería de Navidad año tras año, existe la posibilidad de presentar una reclamación y enviar los restos a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre para que lo restauren, le den validez y su ahora sí feliz dueño puede cobrar lo que le corresponda.

Esto es lo que recomienda la página web de Lotería de Navidad: “Si su décimo está deteriorado debe presentarlo en una administración de Loterías para que ésta, a su vez, la remita a Loterías y Apuestas del Estado para su revisión, dando Loterías la orden de pago si así lo considera oportuno”.

Pero antes, hay una serie de pasos previos que deben seguirse para que el análisis de la FNMT no presente más dificultades de las estrictamente necesarias ni se generen dudas que resten legitimidad a la reclamación.

Lo que hay que hacer en casa:

  • No intentar manipular el décimo deteriorado. Es decir, no intentar recomponer el décimo. Si está roto, dejarlo como está, y si está mojado y pastoso, esperar a que se seque.
  • Reunir todas las piezas posibles y llevarlo tal cual lo hemos encontrado en un sobre de plástico a una administración de Loterías.
  • Esperar la resolución de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.
  • Así que paciencia, el proceso de reconstrucción puede ser largo y complejo en función de los daños, así que pueden tardar. Y buena suerte.