La gastronomía es su gran pasión desde la infancia. Cuando rememora y su imaginación vuela a esta etapa de su vida, sus mejores momentos vienen acompañados de un buen plato de comida. “
Mi madre cocina genial, pero exagerado, y mi abuela cocinaba también exquisito”, recuerda. De hecho, sus recuerdos son en torno a los fogones, cuando hacían chorizo en familia, rosquillas o cualquier otro tipo de postre. Y de esa pasión que se cocinó a fuego lento durante su infancia, Aitor, natural de Gasteiz, ha creado @elgastronautaalaves una cuenta que reúne a más de 38.000 seguidores con los que comparte su pasión por la gastronomía alavesa.
Reservado, intenta mantenerse en el anonimato
Reservado, intenta mantenerse en el anonimato y no ser el protagonista de sus publicaciones. De hecho, hasta hace pocos días, ni tan siquiera se conocía su rostro, ya que en los vídeos que compartía en las redes sociales sólo se podían ver los restaurantes que visitaba.
Ha sido hace pocos días cuando Aitor ha decidido salir de esa sombra y mostrarse un poco más a su familia virtual. Se define como una persona tranquila a la que le encanta comer bien, disfrutar de platos tradicionales pero también de más novedosos y rompedores, y su vicio confesable es tomarse diariamente un café con sus padres antes de irse al gimnasio.
De lunes a viernes es formador industrial, pero los jueves, viernes y sábados también se convierte en el gastronauta, un apasionado y experto de la gastronomía que recorre distintos lugares donde se cocina la magia alrededor de los fogones para, después, compartir su valoración y opinión más real y sincera con sus seguidores.
“Lo más gratificante de esto es que ayudo a muchos hosteleros, intento y me enorgullece lograr ser la voz y altavoz de los hosteleros y de nuestra gastronomía alavesa. En cuanto a la inspiración, tengo que confesar que no es algo que yo busque, simplemente... me llega. Y me llega en función de lo que cada restaurante me haga sentir, especialmente lo que cada plato me haga sentir. Y esto es lo que más me emociona de ir a los restaurantes”, dice.
“La comida es un terreno que he vivido con intensidad y emoción desde pequeño"
“La comida es un terreno que he vivido con intensidad y emoción desde pequeño. Desde la infancia he vivido con pasión, tengo recuerdos de juntarnos toda la familia para hacer conservas de bonitos, cocinar postres... crecí muy unido a la gastronomía. De hecho, recuerdo que con mi primer sueldo invité a toda la familia a comer en el restaurante Andere... me siento muy seguro en este terreno”, confiesa feliz y satisfecho.
Y, por ello, su cuenta de Instagram para él es mucho más que una red social, es su diario personal donde va aglutinando y amontonando un gran puñado de recuerdos, donde recopila una a una las visitas más apasionantes y, sobre todo, las que más merecen de distintos lugares de gastronomía donde, a fuego muy lento, se cocina la magia de los paladares.
Para, después, compartirlo con sus seguidores y poder recomendar distintos lugares. “Nunca pensé que iba a llegar a tantas personas, lo creé como un diario personal y me siento orgulloso y feliz, pero sobre todo agradecido, por la acogida”, dice.