El centro de electromovilidad de Tuvisa, es decir, las nuevas cocheras de los autobuses urbanos de la Avenida del Zadorra, cuenta con 44 huecos para estacionar los vehículos: 22 se habilitaron al principio y 22 después, en una segunda fase.

De las 44 dársenas, 34 disponen de puntos de carga eléctrica: 14 de estos puntos están desde el inicio y son con los que se realiza la carga lenta de los autocares que cubren la línea del bus eléctrico (BEI).

Línea Lakua-Mariturri

Los 20 restantes se instalaron en una segunda fase de las obras y se reservan para la carga lenta de los autobuses eléctricos que se van incorporando a la flota de Tuvisa.

Es decir, para los 10 que llegaron el año pasado para dar servicio a la línea electrificada Lakua-Matiturri (L-4) y los 5 que llegarán a lo largo de este 2025, de los que aún faltan 3. 

Bus eléctrico de Vitoria (BEI). Natalia Garcia Zamora

Pero, ¿con qué potencia eléctrica cuenta el centro de electromovilidad de Tuvisa para abastecer a la flota?

Dispone de 650 kw para llevar la carga lenta de los buses del BEI mediante 7 cargadores duales y de otros 650 kw para alimentar a los autobuses eléctricos que se han ido incorporando, tras la implantación del BEI.

Esta potencia es suficiente, por ejemplo, para cargar los 10 autobuses que dan servicio a la línea L-4.

En la actualidad, el centro de electromovilidad de Tuvisa dispone de 44 dársenas para autobuses, de las que 34 tienen puntos de carga eléctrica

Sin embargo, es necesario ampliar la potencia de carga eléctrica para poder recargar los nuevos vehículos que se vayan incorporando a la flota de Tuvisa.

Por ello, en marzo de este año, el consejo de administración de Tuvisa aprobó por unanimidad una propuesta de inicio de estudio de ampliación del centro de media tensión del centro de electromovilidad de Tuvisa hasta los 4.000 kw (4mw), que es el objetivo final.

Actualmente, los puntos de carga operativos funcionan a 50/60 kw en las nuevas cocheras de Tuvisa.

Iberdrola

Es un trabajo que se está llevando a cabo con Iberdrola y para el que se cuenta con un año de plazo, del que ya ha transcurrido medio desde la aprobación en el consejo.

Las obras específicas de refuerzo y entronque, esto es, para adaptar las instalaciones de Iberdrola a este aumento de potencia ya demandada, tienen un presupuesto de 27.344 euros. 

No obstante, la obra en sí no ha comenzado todavía ni está determinada una fecha de inicio ni concedido el aumento de potencia ni fijado su coste, indica el Ayuntamiento. En principio, tampoco contempla más dársenas, ya que las nuevas cocheras disponen de 44 para 25 autobuses.

“Hay margen suficiente hasta completar la capacidad del centro de electromovilidad”, señalan responsables de Tuvisa.

En función de las necesidades

¿Significa esto que actualmente las instalaciones de las cocheras de Tuvisa no tienen potencia suficiente para cargar la flota de autobuses eléctricos?

No. Desde la sociedad municipal de los autobuses urbanos explican que no hay ningún error de proyecto ni falta de previsión, ya que desde un principio, el centro de electromovilidad se concibió como un proyecto escalable.

Inicialmente, en una primera fase, daba servicio solo al BEI, ahora da servicio también a la L-4 y a las nuevas incorporaciones de vehículos cero emisiones que se van dando.

Es necesario aumentar la potencia de carga eléctrica de cara a los nuevos autobuses eléctricos que se vayan incorporando a la flota de Tuvisa

Incluso, hay prevista una tercera fase de obra, en función de las necesidades que surjan.

Consistiría en lo mismo, en habilitar más dársenas para los buses y más potencia de carga para los vehículos eléctricos, aunque aún no están determinadas las características definitivas de esta tercera fase. 

Un autobús eléctrico circula por Vitoria. Alex Larretxi

Dársenas

“Cuando comenzaron las obras de las nuevas cocheras ya se explicó que en fases posteriores se incorporarían al centro de electromovilidad instalaciones que van más allá de dársenas y cargadores, como talleres, edificio administrativo, vestuarios, almacenes…”, apuntan desde Tuvisa.

En cuanto a las dársenas, en el momento en que se acometa la tercera fase del proyecto, la previsión es contar con más de un centenar, pero, de momento, “hay margen”, dicen.

Baterías

Un factor determinante a la hora de dar la respuesta más adecuada a las necesidades futuras de carga eléctrica son las propias baterías con las que vienen equipados los autobuses, ya que por su composición, compartimentación, capacidad y otros aspectos, son diferentes.

Por ejemplo, las que lleva el BEI no son las mismas que las de los autobuses eléctricos de la L-4 y eso, necesariamente, condiciona el diseño de las instalaciones de carga.