En imágenes: El ardiente final de los carnavales

Ya cantaba Celia Cruz aquello de que la vida es un carnaval, sin perder de vista que algunos no se quitan determinados disfraces en ningún momento del año, pero lo cierto es que, por lo menos de manera oficial, Don Carnal ya ha abandonado del edificio. Es de esperar, eso sí, que la alegría, la magia y la diversión no desaparezcan. Con todo, las llamas ya han hecho de las suyas con la sardina y es el momento de volver a la rutina.

En el caso de la capital alavesa, ha sido la Plaza Nueva el escenario tradicional de esta última fiesta del programa carnavalero, una agenda que ha reunido a lo largo de las últimas jornadas a miles y miles de personas en los diferentes actos programados, sobre todo en los desfiles que se sucedieron el fin de semana.

En esta despedida, por supuesto, no podía faltar la música de Joselu Anayak. Los de Araia, como siempre, han cumplido de sobra con un público de todas las edades, en el que, todo hay que decirlo, se han visto menos disfraces que en días pasados. Tiene también su lógica. Eso sí, hay quien no se ha querido resistir y ha cumplido hasta el último momento con lo que marcan estas jornadas. Además, vestidos o no para la ocasión, la risa y el buen humor siempre son bienvenidos.

Los sonidos de la veterana formación alavesa han precedido y acompañado al momento más importante de la tarde ya convertida en noche, por lo menos ante la falta de luz. En el centro de la plaza, sobre la arena colocada a primera hora de la mañana, se ha colocado la sardina realizada por la diseñadora gráfica Natalia Fernández Gil. A partir de ahí, las llamas han hecho su trabajo y con el fuero han llegado los últimos momentos estos carnavales.

No ha sido Vitoria el único punto del territorio donde se ha cumplido con esta tradición. Así, Álava da por cerrados los actos de los carnavales con la vista puesta en lo que sucederá dentro de doce meses. Seguro que más de uno ya está dándole vueltas a la idea de su próximo disfraz.