Prolongar la vida de la combustión y recorte de costes de producción. Es parte de la receta que Mercedes-Benz ha presentado hoy para afrontar los resultados con los que la multinacional cerró 2024, unos beneficios de 10.409 millones de euros que suponen un 28,4% menos que en el año anterior, con una caída de la facturación del 4,5%.
En una comparecencia con motivo de la presentación de resultados y el Market Day de Mercedes-Benz Group, su CEO, Ola Källenius, ha reconocido que el proceso de implantación de los modelos eléctricos “llevará más tiempo de lo que se esperaba hace cinco años”.
“El ritmo de adopción de los vehículos eléctricos seguirá estando determinado por las condiciones del mercado, la infraestructura y las necesidades del cliente”, afirma el fabricante germano. Y esto se va a reflejar, por ejemplo, en la decisión de ampliar su nueva plataforma modular escalable VAN.EA de fabricación de modelos eléctricos –a la que se está adaptando ahora mismo la planta de Vitoria con una gran inversión superior a 1.000 millones de euros– con una segunda variante denominada VAN.CA, de producción de furgonetas con motor de combustión de última generación.
"Máximas sinergias"
Según ha informado la multinacional alemana, ambas variantes –VAN.EA y VAN.CA– comparten en torno al 70% de las piezas y se producirán en la misma línea, de manera que esta nueva plataforma “permite máximas sinergias” con una “gama de productos flexible al máximo”, lo que permitirá a la división de Vans de Mercedes “asegurarse una posición competitiva en el mercado para el futuro”.
De este modo, “para satisfacer de forma flexible las necesidades de los clientes”, la marca de la estrella apuesta por una única “arquitectura”, con la previsión de que los nuevos modelos eléctricos de furgonetas basados en esta plataforma VAN.EA sean introducidos en 2026, a la que seguirán las furgonetas VAN-CA con motores de combustión de última generación.
Vitoria, en pleno proceso de adaptación
Inicialmente, Mercedes incluyó dentro de esta plataforma VAN.EA a la planta de Vitoria, así como a la alemana de Düsseldorf y la de Jawor en Polonia.
La planta de la avenida de Los Huetos encara este año un programa de producción de poco más de 124.000 vehículos –el más bajo desde la pandemia– precisamente por la conjunción de un mercado contraído y bajo la incertidumbre de la introducción del vehículo eléctrico, por un lado, y de las importantes obras de adaptación a la plataforma VAN.EA.
Esta bajada de producción va a tener como efecto ya durante este mes la amortización de las plazas de unos 180 trabajadores eventuales y en menos de dos semanas, a partir del 3 de marzo, que la factoría comience a trabajar a dos turnos.
“Entorno muy desafiante”
“El Grupo Mercedes-Benz obtuvo resultados sólidos en un entorno muy desafiante gracias a una gama de productos excepcionales y a una estricta disciplina de costes. Para asegurar la competitividad futura de la empresa en un mundo cada vez más incierto, estamos tomando medidas para hacer que la empresa sea más eficiente, más rápida y más fuerte, mientras preparamos una intensa campaña de lanzamiento de múltiples vehículos nuevos, comenzando con el nuevo CLA”, ha explicado Ola Källenius.
Esto se va a traducir en una reducción del 10% de sus costes de producción hasta 2027, lo que incluirá disminuir la capacidad de producción mundial de turismos de 2,5 millones de unidades en 2024 a entre 2 y 2,2 millones en 2027. A lo que la multinacional añade que “no hay planes de cerrar plantas en Alemania”.
Además, aspira a una reducción adicional de más del 10% en los próximos tres años de los costes fijos, que ya ha rebajado en un 19% en los últimos cinco años a efectos netos de inflación. Entre otras medidas, Mercedes avanza que planea “reducir aún más puestos directivos e incrementar el uso de la digitalización y la IA generativa para agilizar los procesos”.
En paralelo, la marca de la estrella prepara la “mayor campaña de lanzamiento de modelos” de su historia, que comenzará con el CLA, al que seguirá la Clase S en 2026.