“Es de los nombres más referenciales de la escena”, un camino que R de Rumba comenzó en su Zaragoza natal para romper fronteras gracias a su trabajo en los añorados Violadores del Verso. “Pero no vive de las rentas y es una cosa que a mí me mola”, añade el gasteiztarra Dj Loro. Ambos se conocieron en los tiempos de los alaveses Kódigo Norte, estableciendo una amistad que también han compartido sobre las tablas. Pero hace ya tiempo que no se unen en una sesión. Hasta este viernes, claro.
Lo van a hacer en la sala Jimmy Jazz, donde se ha organizado una cita especial que arrancará tras la medianoche. “Vamos a hacer turnos cortos”, generando una dinámica diferente, dándose el relevo cada poco tiempo, sin perder de vista que “habrá ratos que pinchemos los dos a la vez con cuatro platos. Creo que a la gente le va a gustar”, apunta Dj Loro. “Vamos a tirar mucho de hip hop nacional, de clásicos, más allá de que habrá también un poco de dancehall y reggae, que aquí tiene mucho tirón”.
"No creo que seamos los tíos más talentosos del mundo pero a currar no nos gana nadie"
Él, de hecho, conoce a la perfección tanto al público de su tierra como al de la sala de la calle Coronación. “Yo pincho mucho dancehall; él a veces hace sesiones muy oscuras, muy hip hop y hemos estado preparando un punto medio. Podemos hacer sesiones muy distintas, desde el rap más duro de los años 90 a un funk superbailón y al dancehall jaimaicano… La unión es la música negra y, en eso, los ritmos que nos gustan son muy parecidos”.
Más allá de sus grupos
Rubén Cuevas García e Israel Carreras se conocen desde hace ya unos cuantos años. Estrecharon lazos cuando Kódigo Norte estuvo teloneando a Sho-Hai. “A base de coincidir con Violadores del Verso en diferentes conciertos fuimos conociéndonos más”. “En lo personal tenemos una relación muy chula y así da gusto pinchar”, aunque ha pasado ya lo suyo desde la última vez junto al público.
Así que Dj Loro le propuso a Jimmy Jazz la idea “de que nos volviéramos a juntar para hacer algo con un carácter claramente hip hop, un poco diferente a lo que últimamente suelo hacer yo y volver a los orígenes. Se trata de tirar mucho de clásico y cosas así”, a lo que la sala respondió de manera afirmativa. “Contacté con Rumba, le pareció una idea perfecta y aquí estamos de vuelta a la carga”. Es más, si la cita funciona, el gasteiztarra no descarta que la fórmula vuelva a darse en el futuro.
De momento, lo inmediato es lo que va a suceder este viernes de mano de dos artistas que han sabido ir más allá de los grupos en los que hicieron camino. “Él sabe que Violadores del Verso le puso mucho en el panorama pero también que después de eso, o te lo curras un montón y sigues haciendo un gran trabajo, o nadie se acuerda de ti. Lo cierto es que hoy está pinchando muy a menudo por toda la península. Es un tío que no para, que llegan los festivales grandes de verano y siempre está”.
En ese sentido, “creo que en eso también nos parecemos. A mí la gente me conocía más por Kódigo y ahora se le ha dado la vuelta a eso. Somos los dos muy currelas. No creo que seamos los tíos más talentosos del mundo pero a currar no nos gana nadie. En eso siempre nos hemos entendido muy bien”.
