a película musical West Side Story vuelve a la actualidad al cumplirse 60 años de su estreno y coincidir este aniversario con la nueva versión de Steven Spielberg, aunque en realidad nunca ha dejado de estarlo, porque esta cinta siempre aparece reflejada como uno de los mejores musicales de la historia del cine. El proyecto de la película de 1961 arranca a finales de los años 50: tras el éxito obtenido por el musical estrenado en el teatro Winter Garden de Nueva York, sus creadores -el músico Leonard Bernstein, el coreógrafo Jerome Robbins y el guionista Arthur Laurents, con la colaboración de Stephen Sondheim, autor de las letras de las canciones- deciden poner en marcha la versión cinematográfica del musical.
Bajo la dirección de Robert Wise y Jerome Robbins, en cuya filmografía hasta el momento solo había títulos calificados por la crítica como de serie B, West Side Story se convierte en un éxito mundial, batiendo récords de permanencia en las salas de cine. La inmortal historia de amor de Romeo y Julieta se traslada de Verona al Nueva York de los años 50; ahora no son capuletos contra montescos los que se enfrentan sino dos bandas juveniles rivales, los sharks, que integran emigrantes puertorriqueños, y los jets, formada por estadounidenses nacidos de emigrantes italianos, irlandeses o polacos. Romeo es ahora Tony (Richard Beymer), un antiguo miembro de los jets que se enamora de María (Natalie Wood), la nueva Julieta, hermana del líder de los sharks, recién llegada de Puerto Rico.
La cinta obtuvo 11 nominaciones a los premios Oscar de 1962, obteniendo 10 estatuillas, entre ellas mejor película, mejor director, mejores actores de reparto, mejor vestuario, mejor fotografía y mejor música. Precisamente, la banda sonora, obra de Bernstein y Sondheim estuvo más de medio siglo en las listas de éxitos musicales. Únicamente la película se quedó sin ganar el premio al guión adaptado.
Tampoco merecieron reconocimiento alguno sus dos protagonistas, Natalie Wood y Richard Weimer, algo que la crítica calificó de “lógico” porque ninguno de los dos sabía bailar y en las numerosas escenas de baile tuvieron que ser doblados. Curiosamente, estos dos papeles iban a ser interpretados por Elvis Presley, que lo rechazó por indicación de su agente, y Audrey Hepburn, una gran bailarina, quien lo rehusó por estar embarazada.
En España la película no se estrenó hasta 1962 cuando ya había recorrido medio mundo y muchos españoles habían cruzado los Pirineos para verla en salas francesas. A la censura le preocuparon no solo las escenas más pasionales, que cortó, sino el enfrentamiento violento y mortal entre dos bandas juveniles, un hecho contraproducente con los estrictos valores morales de la época.
Ahora, en el 60 aniversario de la cinta, los jets y los sharks se cruzan otra vez en la nueva versión de Steven Spielberg, que llegará a los cines este 10 de diciembre de la mano de Disney. La joven actriz colombiana-estadounidense Rachel Zegler, de 20 años, encarnará a María, el personaje que interpretó Wood en el filme de 1961, y, en la parte contraria Ansel Elgort, que ya había sido confirmado anteriormente como Tony, el papel que en su día popularizó Beymer.
Una de las grandes sorpresas con las que cuenta esta cinta es la participación de la leyenda puertorriqueña Rita Moreno, que ganó el Oscar a la mejor actriz de reparto por la primera West Side Story, quien regresa en esta ocasión interpretando a Valentina, la propietaria de la tienda en la que trabaja Tony.
Asimismo, el filme de Spielberg, que según ha confesado el letrista original Stephen Sondheim es “mejor” que su predecesora, también cuenta con los hispanos Ariana DeBose para interpretar a Anita (Rita Moreno en el clásico); David Álvarez para dar vida a Bernardo (George Chakiris en la primera película) y Josh Andrés Rivera como Chino (Jose De Vega en el musical original). “Estoy asombrado por la gran fuerza del talento de estos jóvenes actores y creo que contribuirán una energía nueva y electrificante a un musical magnífico que hoy es más relevante que nunca”, ha señalado Spielberg.