Cannes. Rodado en Francia y lejos de la censura que pesa sobre el cine iraní, Le passé es un filme con el que Asghar Farhadi continúa su análisis profundo de la familia y con el que dejó ayer muy buen poso en la competición oficial de Cannes. Farhadi insistió en que su cine no cambia por el lugar en el que lo realiza, tras demostrar la solidez de una película protagonizada por la franco-argentina Bérénice Bejo. "El hecho de estar en un contexto libre no hace que quiera ser otro", afirmó Farhadi, que agregó: "Yo soy iraní, puedo trabajar durante años fuera de Irán pero sigo siendo iraní y siempre voy a trabajar de la misma forma". Al respecto añadió: "Si García Márquez se instala en otro país para escribir, ¿podemos decir que la historia ya no es colombiana?". "La nacionalidad del filme es la relación que cada espectador establece con esa película, por lo que cada espectador puede establecer esa nacionalidad", agregó. Ni siquiera el hecho de no tener que superar la censura iraní ha cambiado su forma de trabajar, ya que la peor censura no es la oficial, sino la autocensura. "La que te impones a ti mismo incluso en tu intimidad y que determina tus elecciones es infinitamente más peligrosa". "Esta censura puede venir de tu situación social, o la puede imponer la situación económica y financiera", aclaró. Y aunque, cuando deja su país, esas restricciones que se imponen al cine iraní ya no pesan sobre él, sí existen esos otros condicionamientos con los que ha crecido. "Son inconscientes en mí, viajan conmigo y no los controlo".
Durante dos años, Farhadi ha trabajado en Francia para poner en pie este proyecto, muy esperado tras el éxito internacional de su anterior largometraje, Nader y Simin. Una separación, que ganó el Oso de Oro de Berlín y el Oscar a la mejor película en habla no inglesa. Y de nuevo la familia sigue siendo la base de esta nueva historia. Bejo interpreta a Anne-Marie, una mujer con dos hijas, una de ellas adolescente, que se reencuentra con su exmarido para firmar los papeles de divorcio. Pero la llegada desde Irán de Ahmad supone una revolución para la nueva familia.