La necesaria llegada de Luka Samanic al Baskonia ha supuesto un soplo de aire fresco para el equipo que ya se empezó a notar en el duelo contra el Estrella Roja del pasado jueves, en el que, a pesar de no haber tenido apenas tiempo para ejercitarse junto a sus compañeros y entender lo que pide de él Pablo Laso, tuvo un debut esperanzador con algunos destellos de calidad que invitan al optimismo.

Es cierto que su entrada en la rotación con 17 minutos de juego no sirvió para dar tiempo de descanso a Chima Moneke, que volvió a realizar un sobreesfuerzo al mantenerse durante 34 minutos sobre el parqué. Sí que fue útil, sin embargo, para plantear un quinteto pequeño y más versátil con el croata como cinco en detrimento de un Khalifa Diop que no estuvo bien.

Esa alternativa de jugar con un pívot más abierto y con capacidad de penetrar con el bote era un recurso con el que no contaba Pablo Laso hasta ahora y que ante el Estrella Roja funcionó bien durante los minutos en los que los alaveses lograron acercarse en el marcador entre el final del tercer cuarto y el comienzo del último.

También fue de gran ayuda después de que Tadas Sedekerskis, quien venía ocupando hasta ahora el puesto de cuatro durante los minutos de descanso de Moneke, tuviera que retirarse con una lesión en el aductor, ya que sin Samanic el juego interior habría quedado muy debilitado y la rotación de Laso, que volverá a verse reducida mientras los problemas de aductor mantengan apartado al capitán, muy condicionada.

En general, todos los jugadores de la plantilla gasteiztarra pueden verse beneficiados por la llegada de Samanic tanto por la mayor profundidad de la rotación, que supondrá una dosificación más equilibrada de los esfuerzos, como por su capacidad de generar espacios abriendo la cancha y conseguir segundas oportunidades desde el rebote. Sin embargo, no para todos van a ser buenas noticias, ya que Ognjen Jaramaz en concreto apunta a ser el gran damnificado

Limitaciones de la ACB

El director de juego serbio llegó a Vitoria-Gasteiz el pasado verano para completar un equilibrado trío de bases junto a Trent Forrest y a Kamar Baldwin, pero su protagonismo ha ido cayendo con el paso de las jornadas hasta tener un papel prácticamente testimonial. El ex del Partizan fue importante en la ACB durante el primer tramo de la temporada y, de hecho, disputó su mejor partido como azulgrana ante el Joventut, cuando anotó 18 puntos en 29 minutos de juego.

Sin embargo, desde que Kamar Baldwin obtuvo la nacionalidad georgiana a finales del mes de noviembre y, por lo tanto, el derecho a entrar en las convocatorias de la ACB sin que eso signifique tener que descartar a uno de los extracomunitarios –Markus Howard y Trent Forrest–, los minutos de Jaramaz en ACB han caído en picado. En estos momentos se mueve en guarismos similares a los de la Euroliga, donde sólo ha participado en 9 de 19 partidos con una media de poco más de siete minutos por encuentro.

Con la excepción de los jóvenes Ousmane Ndiaye y Pavel Savkov, Jaramaz es claramente el jugador con el que menos está contando Laso al estar su posición bien cubierta por Baldwin y Forrest, algo que lo coloca como principal candidato a quedarse fuera de las convocatorias de ACB a partir de ahora.

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En imágenes: Tadas Sedekerskis y Markus Howard alegran el día de los niños de Txagorritxu Cedida

Con la llegada de Samanic, el técnico azulgrana está obligado a realizar un descarte entre Baldwin, Forrest, Jaramaz, Howard, Luwawu-Cabarrot, Rogkavopoulos, Moneke, Hall y el propio interior croata para cumplir con el cupo de un máximo de ocho jugadores no formados en España que impone la liga doméstica.

Teniendo en cuenta las necesidades de cada puesto y el reciente reparto de minutos, todo apunta a que Jaramaz deberá ver los partidos de ACB desde la grada y esperar su oportunidad en la Euroliga, donde no existe esa limitación de cupos y, como sucedió ante el Estrella Roja, Ndiaye y Savkov deberían ser los descartes. Ni siquiera la lesión de Sedekerskis, que le mantendrá un tiempo alejado de las canchas, va a facilitar que Jaramaz participe en la ACB, ya que el lituano es uno de los cupos de formación y su hueco en la convocatoria lo ocupará Savkov.

Las opciones del serbio de 29 años, por lo tanto, pasan en estos momentos por un percance físico en la plantilla o por una necesaria mejora de rendimiento que le permita volver a hacerse un hueco en la rotación o desbancar a uno de los dos bases, cuyas actuaciones tampoco terminan de ser lo consistentes que le gustaría a Pablo Laso.