El Baskonia compitió mejor en el segundo encuentro de la serie contra el Real Madrid, pero sus recursos sólo le alcanzaron para mantenerse en el encuentro durante 30 minutos. El conjunto azulgrana entró a la cancha más agresivo y centrado que el martes, plantó cara a los merengues con su acierto exterior, pero finalmente no lo quedó más remedio que resignarse y claudicar ante la enorme superioridad interior de un conjunto merengue que dominó la pintura con Poirier, Tavares, Yabusele y Deck y tendrá su primera bola de partido el próximo miércoles en el Buesa.
Ivanovic se inclinó en esta ocasión por incluir a Costello en el quinteto inicial en lugar de Kotsar junto a Miller-McIntyre, Marinkovic, Rogkavopoulos y Sedekerskis, ajuste que funcionó bien, ya que el pívot norteamericano comenzó el partido anotando un triple por encima de Tavares y Rogkavopoulos puso el 0-6 con otra diana, en transición. Sin embargo, con el paso de los minutos, el Madrid mejoró en defensa con la intimidación de Tavares y a base de incidir por dentro con su superioridad física logró voltear el marcador (9-8).
Tras la segunda falta personal de Costello, llegó un acelerón del Madrid con el que dio la sensación de que el partido comenzaba a romperse como sucedió en el primer encuentro, pero esta vez el Baskonia sí que tuvo respuesta con los triples de Tadas y Raiste y una bandeja en transición de Marinkovic para volver a ponerse por delante con el 18-19. De hecho, los azulgranas estuvieron a punto de terminar el primer cuarto por delante, por Llull lo evitó con un triple sobre la bocina (23-21).
El de Mahón se entonó tras dicha diana y el encuentro se convirtió en la reanudación en un bonito duelo de tiradores entre Llull y Howard mientras Poirier evitaba que el Baskonia anotara por dentro a base de poner tapones a diestro y siniestro. Esa defensa interior no la tuvieron los gasteiztarras, que sufrieron ante el propio pívot francés y Deck, que fueron quienes marcaron la diferencia y elevaron por primera vez la renta local por encima de los dobles dígitos con el 37-27. Por fortuna, los triples de Marinkovic y cinco puntos de Chiozza permitieron a los visitantes acercarse y que la diferencia no fuera tan grande al descanso, al que se llegó con un 46-40.
De más a menos
Al regreso de vestuarios, el guión se mantuvo en una línea similar, con el Baskonia jugando y compitiendo bien, pero viéndose totalmente superado bajo los tableros por la abismal superioridad física de Tavares y Yabusele, que además de anotar con regularidad, la mayoría de ocasiones mediante mates, consiguieron numerosas segundas oportunidades para su equipo mediante el rebote.
El marcador, en cualquier caso, se fue moviendo alrededor de esos seis puntos sin que el Real Madrid lograra romper el encuentro hasta que Yabusele y Campazzo, aprovechando algunos errores y pérdidas de los azulgranas en ataque, pusieron tierra de por medio y en apenas dos minutos agrandaron la grieta hasta el 70-57. Un dos más uno de Kotsar, que no anotó hasta el cierre del tercer cuarto pese a jugar muchos minutos por los problemas de faltas de Costello, puso en el marcador el 74-63 con el que se llegó a los diez minutos decisivos.
Si ya era muy difícil darle la vuelta al encuentro con esa diferencia, el Real Madrid terminó de sentenciar el choque en la reanudación. El Baskonia se quedó sin anotar durante los primeros tres minutos del último cuarto, ni siquiera mediante un Howard muy bien sostenido por Deck durante todo el encuentro, y entre el propio alero argentino y los veteranos Llull y Rodríguez le endosaron a los vitorianos un parcial de 11-0 con el que ampliaron su colchón hasta los 22 puntos y forzaron que los visitantes arrojaran la toalla.
Los siete últimos minutos del encuentro no fueron más que un trámite para ambos conjuntos, con la expulsión de Hezonja por doble técnica como principal aliciente. Eso sí, los gasteiztarras siguieron compitiendo con sus titulares sobre la cancha para lograr al menos maquillar el marcador, que terminó reflejando el 101-90 definitivo. No queda más remedio que pensar en el importante duelo del sábado contra el Palencia en ACB antes de intentar el próximo miércoles en el Buesa alargar esta eliminatoria que con el 2-0 se pone muy cuesta arriba.