El Deportivo Alavés necesita que Mendizorroza sea un fortín. Gracias a ello logró salvarse con alardes la temporada pasada y también regresó a la máxima categoría en la anterior. Hoy, sin embargo, las visitas al Paseo de Cervantes son un camino de rosas para los rivales. Y así, por mucho que se quiera remar, el barco no va a avanzar. Un problema del que el Chacho Coudet es más que consciente, pero que no es capaz de solucionar.

Aunque la afición sigue llevando en volandas al equipo albiazul, este no muestra la garra y valentía que debería. Y eso, sumado a otros factores como la falta de puntería, está haciendo que el Glorioso pierda muchísimos puntos en casa. El último ejemplo de ello es lo que ocurrió el sábado, cuando el Rayo Vallecano de Íñigo Pérez, sin necesidad de una actuación brillante, se llevó tres créditos muy importantes del estadio gasteiztarra.

Los vallecanos jugaron mejor sus cartas, eso es cierto, pero tampoco se vieron excesivamente intimidados. El único momento en el que el Alavés demostró que era local y necesitaba ganar fue después del primer gol, que llegó nada más arrancar el choque. La reacción estuvo a la altura y llegaron dos ocasiones claras, una para Abqar y otra para Jordán. A partir del penalti fallado por este último, la tarde fue plácida para los rayistas.

Y esa sensación ha sido habitual desde que el Chacho está al frente. El Espanyol, Getafe, Celta y Girona también sintieron, al igual que el Rayo, que Mendizorroza era un campo cómodo, lo cual no se puede permitir. Además, cada golpe de este tipo, se quiera o no, afecta mucho a la afición, aunque se oculte por el bien del colectivo. No es fácil ir con ánimo al estadio cuando la única alegría en cinco largos meses ha sido ganar al Villarreal.

NÚMEROS PARA LA PREOCUPACIÓN

El balance del técnico argentino en casa es el siguiente: una victoria, dos empates y cuatro derrotas para un total de siete encuentros dirigidos. Es decir, cinco puntos de 21 posibles y una media de 0,71 por partido. Algo que ha llevado al Alavés a ser el tercer peor anfitrión de LaLiga, solo por delante de Las Palmas y el desahuciado Real Valladolid. Todo ello, habiendo pasado por Vitoria-Gasteiz varios rivales directos como los ya citados.

A Luis García Plaza, por ejemplo, le obligaron a despedirse del Glorioso con una media de 1,57 créditos como local (11/21). Más del doble que Coudet, y eso que dejó escapar tres puntos contra el Pucela. La unión que consiguió con el Paseo de Cervantes fue uno de los grandes éxitos del técnico madrileño durante sus dos campañas y media como albiazul. 1,63 fue su promedio en la 2023-24 (31/57) y 2,19 en la 2022-23, en 2ª (46/63).

31

Las imágenes del partido entre el Alavés y el Rayo Vallecano en 'Mendi'

Repasando la época más reciente del club en la máxima categoría, lo cierto es que la gran mayoría de los entrenadores han tenido números más positivos en casa que el Chacho. Los mejores son de Javi Calleja, cuando se hizo cargo en la recta final del curso 2020-21, con una media de 2,5 puntos por partido (10/12). No mantuvo ese desempeño en la campaña siguiente, pero siguió haciéndolo mejor que el argentino hoy (1,11; 10/27).

Por delante de Coudet también están los resultados en el Paseo de Cervantes de Julio Velázquez en la temporada 2021-22 (2,25; 9/12) o de Abelardo Fernández en la 2017-18 (2,08; 25/36). Lo mismo, entre otros, Asier Garitano en la 2019-20 (26/51), el propio Pitu en la 2018-19 (29/57) o Mauricio Pellegrino en la 2016-17 (29/57), todos ellos con un promedio de 1,52 créditos cosechados en Mendizorroza.

El único que empeora los números del Chacho es Abelardo en su segunda etapa, en el momento que llegó como revulsivo a mediados de la campaña 2020-21. El asturiano estuvo al frente de seis encuentros como local con un balance de un triunfo, otro empate y cuatro derrotas (0,66; 4/18). Del factor Mendi tampoco sacaron provecho Luis Zubeldía (2017-18, 0) y López Muñiz (2017-18, 0,5), pero no dirigieron los suficientes partidos.

SITUACIÓN DE NECESIDAD

Siendo tan endeble en casa, a nadie le puede sorprender que el Alavés esté en puestos de descenso o cerca de ellos. Lo positivo es que hay tiempo para cambiar la situación. No mucho, pero sí lo suficiente. Aún restan nueve jornadas por delante y cinco de ellos, uno frente a un rival directo, son en el estadio gasteiztarra: Real Madrid, Real Sociedad, Atlético, Valencia y Osasuna pasarán por Vitoria-Gasteiz entre abril y mayo.