Pozuelo de Alarcón ha iniciado el procedimiento para cerrar el centro de acogida de migrantes ubicado en la localidad madrileña por no disponer de licencia para ello, han informado a EFE fuentes del Ayuntamiento.
La decisión se toma tras una inspección municipal en la que se comprobó que el inmueble había pasado de ser un centro de formación a acoger a más de 500 personas sin los permisos correspondientes, según las mismas fuentes.
La alcaldesa denuncia la "improvisación" del Gobierno estatal
La alcaldesa de Pozuelo, Paloma Tejero, ha explicado también esta decisión en una entrevista con TeleMadrid en la que ha denunciado la "improvisación" del Gobierno español en su política migratoria.
La edil del PP ha detallado que la inspección municipal ha sido motivada por la falta de información oficial pese a semanas de solicitudes a varios ministerios por parte del consistorio.
Según ha indicado, el inmueble solo cuenta con una licencia vigente desde 2013 para su uso como centro de formación con auditorio y garaje. "Pero, eso, evidentemente no tiene nada que ver con lo que nos hemos encontrado, que es un centro de acogida donde viven más de 500 personas", ha apuntado.
Para la alcaldesa, transformación del uso del edificio supone "una temeridad" y por eso el Ayuntamiento ha actuado como lo haría "con cualquier otra actividad en el municipio".
Un plazo de quince días para presentar alegaciones
En cuanto al procedimiento, ha explicado que el propietario del centro tiene ahora 15 días para presentar alegaciones, que serán valoradas antes de adoptar una decisión definitiva.
Tejero ha respondido también a las críticas del delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, quien acusó ayer al Ayuntamiento de generar alarma.
Al respecto, la alcaldesa ha dicho que "este centro debería estar cerrado y todo lo que allí ocurra a partir de hoy será única y exclusivamente responsabilidad del Gobierno". "No se puede jugar con las personas", ha añadido.
Tejero ha acusado al Ejecutivo central de aplicar una política migratoria "irresponsable" y de actuar sin coordinación con las comunidades autónomas ni con los ayuntamientos receptores y ha apuntado que el caso de este centro "simboliza" bien la forma de actuar del Gobierno. "Es improvisación, es quitarse los problemas de encima", ha concluido.