La noticia del regreso de Asier Villalibre al Deportivo Alavés, solo un año después de su despedida, ha sido muy ilusionante tanto para la afición albiazul como para el propio delantero vizcaíno. El héroe del Ciutat de València, donde el minuto 129 quedó grabado para la historia, ha vivido este martes su presentación y, durante la misma, ha mostrado no solo felicidad, sino también ambición por esta nueva etapa. 

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En imágenes: Así ha sido la presentación de Villalibre Jorge Muñoz

“La verdad es que estoy muy contento. Mentalmente necesitaba y ansiaba este nuevo reto, por lo que tengo muchas ganas”, ha arrancado el Búfalo de Gernika. Su primer día lejos del Athletic, además, no ha sido nada traumático, pues, nada más pisar las instalaciones de Ibaia, se ha reencontrado con antiguos compañeros como Víctor Laguardia, Jon Guridi, etcétera. “Así es mucho más fácil integrarse”, ha añadido. 

A la cuestión sobre si ha tenido más ofertas a lo largo de este verano, Villalibre ha respondido de manera afirmativa, pero evidenciando en todo momento que su prioridad siempre ha sido Mendizorroza: “Tenía claro que quería venir al Alavés. El cariño que me han mostrado ha sido increíble y, gracias a él, me han quitado rápido el miedo a salir de casa. Esa confianza me motiva a querer dar mucho más”. 

Asier Villalibre, durante su presentación con el Alavés. Jorge Muñoz

En la línea de lo anterior, el Búfalo ha preferido no pronunciarse respecto a los detalles sobre su traspaso al Glorioso, pues “lo importante” es que ya está aquí, aunque sí ha admitido que está “muy agradecido” a todas las partes, incluido el Athletic. “El Asier de hace dos años es pasado. Este es un reto de Primera División y vengo con mucha ambición de hacer goles y ayudar al equipo”, ha manifestado.

DORSAL '9' PARA ÉL

Goles, precisamente, es lo que se le asocia a quien porta el dorsal nueve en una escuadra, y Villalibre se ha atrevido a cogerlo para su segunda etapa en Vitoria-Gasteiz. “Lo he estado pensando bastante, porque el número 12 nos trajo mucha alegría y me dio suerte; pero quería enfocar este reto de manera diferente y tal responsabilidad me va a ayudar a demostrar, a mí y a los demás, de lo que soy capaz”, ha explicado. 

Por último, el atacante vizcaíno ha rechazado la etiqueta de leyenda, por mucho que el penalti que transformó en el feudo del Levante tuviera incidencia directa en la historia del club: “No me considero así. Solo soy un jugador más, que aportó para llevar al equipo a la máxima categoría. Para ser leyenda creo que todavía me queda mucho, si bien he venido para trabajar en ello”. Tiempo tendrá, eso seguro, ya que ha firmado hasta 2028.

Villalibre, por cierto, ha empezado a entrenar a las órdenes de Luis García Plaza en la jornada matinal de hoy. No se espera que juegue ni mañana, ante el Racing de Santander, ni el sábado, contra la Real Sociedad; pero sí podría disputar sus primeros minutos como albiazul la próxima semana. Cabe recordar que, pese a pasar las pruebas médicas con el Athletic, no llegó a integrar ninguna sesión de Ernesto Valverde.