Si hubiera que hacer un ranking con los futbolistas del Deportivo Alavés de los que se esperaba mucho más durante estos primeros meses de competición dentro del notable rendimiento colectivo a las órdenes de Luis García, entre ellos figuraría sin lugar a dudas Ianis Hagi.

Llegado en la recta final del pasado mercado estival, el internacional rumano no ha sido hasta la fecha ese jugador llamado a proporcionar un plus de calidad al equipo vitoriano en la zona de tres cuartos.

Sus intrascendentes minutos ante el Real Madrid han acrecentado, además, las frías sensaciones que continúa dejando su cesión procedente del Glasgow Rangers.

El propio Luis García no se mordió la lengua lo más mínimo cuando fue cuestionado por su papel el pasado jueves nada más ingresar en el campo en el minuto 58 en sustitución de Jon Guridi.

Era un día para que hubiese dado un paso al frente y no lo ha hecho”, subrayó sin tapujos el técnico albiazul, quien lógicamente confiaba en que tanto Hagi como el resto de los hombres de refresco hubiesen aportado soluciones en un contexto tan propicio como para, al menos, haber sumado un punto.

Hagi y Guevara obstaculizan un avance de Bellingham Adrián Ruiz Hierro

El Real Madrid acababa de quedarse con un futbolista menos por la expulsión de Nacho y la velada se había puesto relativamente de cara. Sin embargo, el Alavés fue incapaz de crear peligro sobre el área defendida por Kepa. Y eso que el encuentro ofreció algunas situaciones ideales que permitieron haber hecho daño al gigante blanco.

En muchas de ellas Hagi no leyó lo bien lo que demandaba el equipo percibiéndose, además, con claridad el run run de la grada cuando daba un pase equivocado o buscaba una opción complicada.

Transcurridos ya varios meses desde su aterrizaje en Vitoria, el rumano sigue sin mostrar signos de rebeldía para cambiar su rol secundario en Vitoria. De momento, ha participado en 14 de los 18 partidos del Alavés hasta la fecha, aunque tan solo ha sido titular en seis de ellos ante Celta, Athletic, Osasuna, Betis, Almería y Las Palmas.

Queda claro que Luis García le ve más con el papel de revulsivo, tanto para actuar detrás del delantero o incluso escorado a la banda derecha. Una zona del campo donde, por cierto, ningún jugador se ha asentado con puño de hierro en el once inicial, de ahí la ambiciosa apuesta por Carlos Vicente tras el desembolso de su cláusula (600.000 euros) al Racing de Ferrol.

Números discretos

Las estadísticas tan solo le dan a Hagi una asistencia en lo que va de temporada. En concreto, aquel balón hacia atrás para que Guevara marcara mediante un zurdazo desde la frontal en el Wanda Metropolitano el tanto que le dio emoción a la visita albiazul al Atlético de Madrid.

En otro fatídico encuentro ante Las Palmas en Mendizorroza, también dejó un detalle de calidad tras servir un balón de oro a Samu que el melillense no pudo empujar a las mallas. Sin embargo, Hagi ha pasado en líneas generales de puntillas cada vez que ha recibido la alternativa porque tampoco es un futbolista que se sacrifique en labores defensivas.

Si bien no ha sido nunca su fuerte en su carrera, tampoco se ha estrenado a nivel goleador hasta la fecha. En la visita del Almería, lanzó a las nubes un penalti decretado sobre Kike García, aunque por fortuna no hubo que lamentar aquel día la pérdida de puntos tras ese error.

Hagi pelea por un balón con Valverde en el último Alavés-Real Madrid AFP7 vía Europa Press

Por todo ello, la mordiente del mediapunta rumano ha brillado por su ausencia en esta primera mitad de la temporada. Ni para aportar esas pinceladas de calidad que, por ejemplo, Guridi sí está dejando entrever en cada partido ni mucho menos para ser un líder que tire del carro cuando los partidos requieren de un plus en cuanto a carácter.

El mediapunta rumano, de 25 años, fue considerado en su día una de las grandes promesas en el panorama futbolístico europeo. Su célebre apellido y su depurada técnica –de hecho, posee un buen manejo de balón con las dos piernas– hicieron despertar el interés por su figura, marcándole como uno de los mediocampistas ofensivos con mejor porvenir del panorama continental. Pues bien, su estrella aún sigue sin brillar en Vitoria.