Ianis Hagi alimentó este domingo en Mendizorroza la pequeña maldición que acompaña al Alavés esta temporada con los penaltis.
El centrocampista rumano, de nuevo titular ante el Almería y muy participativo en la zona de tres cuartos para crear desequilibrios, no tuvo fortuna al filo del descanso tras una pena máxima forzada con inteligencia por Kike García, que recibió un pisotón de un defensor en su intento de controlar el balón.
Pulido Santana decretó un justo penalti tras recibir la llamada de González Fuertes desde el Var y visionar la jugada en el monitor, pero Hagi no pudo adelantar al Alavés con un lanzamiento que se marchó a las nubes. El rumano engañó a Maximiliano pero el balón se marchó varios metros por encima del larguero ante la desesperación de Mendizorroza.
Hagi recibió entonces el cariño de sus compañeros para sobrellevar mejor este difícil momento, aunque queda claro que este error le afectó a nivel psicológico tras ver su rictus de contrariedad.
Es el tercer penalti que falla el Alavés esta temporada tras los dos malogrados por Kike García en la cuarta jornada ante el Valencia. Por fortuna, el conjunto babazorro no ha tenido que lamentar daños en ambos partidos por estos errores desde los 11 metros tras haber conseguido los tres puntos.
Está por ver qué decisión toma Luis García respecto a los lanzadores en el futuro, ya que, cabe recordar, la pasada temporada esta tarea correspondía a Salva Sevilla y Luis Rioja. El sevillano pidió lanzar el penalti de este domingo, pero fue el primero en acudir donde Hagi para animarle tras el error en un gesto que le honra.