Cerca de 30.000 personas están llamadas a participar el próximo 23 de noviembre en las elecciones a los 333 concejos alaveses, entidades locales que en la zona rural se encargan de la conservación de las instalaciones e infraestructuras públicas y la gestión de caminos rurales, montes y servicios, entre otras competencias.
La Diputación Foral de Álava ha abierto el plazo para la presentación de candidaturas a estas séptimas elecciones a los concejos, algo que puede hacerse ante la Junta Electoral del Territorio Histórico antes del 21 de octubre. Si no hubiera candidaturas las papeletas estarán en blanco y serán elegibles todos los vecinos.
La Junta Administrativa de un concejo está compuesta por una persona que ostenta la presidencia y al menos dos vocales, aunque su número aumenta en función de la población del concejo hasta un máximo igual al número de concejales del ayuntamiento al que pertenece.
La historia de los concejos en Álava se remonta al siglo XIII. A pesar de la creación de ayuntamientos en 1812, los concejos han mantenido su autonomía y costumbres tradicionales reconocidas legalmente desde 1924 y reforzadas por la Norma Foral de 1984 y la de 1995, que consolidó su estatuto jurídico, ha informado al Diputación en una nota.