El sector txakolinero alavés esta nervioso y no es para menos. Y es que nos encontramos en esa temporada del año en la que se juegan, absolutamente, todos los esfuerzos y desvelos que, por mantener sano el viñedo, llevan realizando y sufriendo desde el pasado invierno, con el único propósito de poder llevar a cabo una buena cosecha y salir del agujero al que les han llevado dos malas vendimias consecutivas. Y es que “en estos momentos de primeros de septiembre, nos vemos obligados a modificar las valoraciones que nos hacíamos a mediados de agosto, que la dábamos como muy buena, rebajándolas a una vendimia un poco mejor que la de 2024”, ha explicado el secretario gerente de la Denominación de Origen Arabako Txakolina, José Antonio Merino Belaustegui.

No en vano, estamos ante otro año plagado de complicaciones para las personas que viven del campo, en el que las vides de txakoli han tenido que combatir problemas con el omnipresente mildiu y de estrés hídrico, aunque “ahora es el riesgo de botritis”, ha aclarado. 

Vendimia en Artomaña Txakolina Cedida

Por hacer un resumen de lo que vienen combatiendo, a un invierno en general seco, le siguió una primavera suave con mucha lluvia, en la que soportaron varias heladas que aunque no fueron muy importantes, sí que afectaron a algunas pocas fincas. “La primavera ha sido bastante normal en nuestros viñedos con temperaturas suaves y lluvias persistentes que hicieron que el mildiu afectara de manera significativa a la planta y que ha supuesto tener que realizar un extraordinario y mayor control de la evolución de este hongo. No se produjeron, en cualquier caso, graves tormentas de pedrisco en nuestras fincas”, ha agradecido Merino.

El verano, en cambio, ha sido muy caluroso, “con mucho sol que ha quemado la uva de algunas fincas, sobre todo algunas variedades, siendo especialmente activa con la variedad Xerratia (Petit Courbu); y, de aquí, que hayamos tenido que variar las buenas previsiones de mediados de agosto”, ha subrayado. 

Situación dispar

Por lo que respecta al inicio de la vendimia -que, en lo que a txakoli se refiere tiene como fecha habitual el puente del pilar de octubre- “previsiblemente dará inicio el 15 de septiembre, 20 días antes que la pasada campaña”, ha señalado. No obstante, la situación es muy dispar entre viñas en el territorio de Arabako Txakolina; es decir, el Valle de Ayala.

“Hay viñedos con incrementos de producción del 10% en contraste con otras con pérdidas del 50%. Sin embargo, “en general, se espera un incremento de producción que va a mejorar claramente la vendimia 2024”

José Antonio Merino Belaustegui - Secretario gerente de Arabako Txakolina

Así, “hay viñedos con incrementos de producción del 10% en contraste con otras con pérdidas del 50%”, pone de ejemplo el secretario gerente de la Denominación de Origen más pequeña, no solo de Euskadi, sino de todo el Estado, con en torno a cien hectáreas de viñedo. Sin embargo, “en general, sí se espera un incremento de producción que va a mejorar claramente la vendimia 2024”, ha avanzado.

Asimismo, a tenor de los muestreos realizados desde el Servicio de Viticultura y Enología del Departamento de Agricultura de la Diputación Foral de Álava, “observamos buena la evolución del grado alcohólico de las fincas controladas, si bien, a lo largo de esta semana se va a continuar con los muestreos”, ha aclarado.

Una vez terminada la vendimia, “seguramente, para el 20 de noviembre”, se hará una valoración con los datos reales, para ver si se confirma ese ansiado aumento. De hecho, este año solo han podido poner en el mercado 380.000 botellas, frente a las 730.000 de la cosecha récord de hace tres años; pues en la pasada vendimia solo entraron a bodega 360.000 kilos de uva, 34.000 menos que en la desastrosa campaña de 2023 que ya supuso una caída del 46% sobre 2022. La mejor campaña de la historia de Arabako Txakolina, aunque su objetivo sigue estando en alcanzar el millón de botellas anuales.  

Uva recién vendimiada entrando directamente a una bodega de Arabako Txakolina para convertirse en txakoli Cedida

Cantidades a parte, ya que en ello la meteorología y el cambio climático marcan las reglas del juego y poco más se puede hacer que intentar adaptarse, el sector txakolinero sigue apostando firmemente por la calidad y la innovación a la hora de elaborar unos caldos diferenciadores, de prestigio reconocido a nivel internacional. Algo que en 2024 no se logró, ya que “aunque se ha rozado la calificación de muy buena, se ha optado por dejarlo en una nota media de buena, cuando veníamos del excelente”, han recordado desde Arabako Txakolina.

Regresan las visitas a bodegas de la Ruta del Txakoli

Con la llegada del otoño también ha retornado a Aiaraldea la posibilidad de hacer visitas guiadas a varias de las bodegas de la Ruta del Txakoli de este precioso valle encajado entre Bizkaia y Álava, que abren sus puertas para desvelar al visitante los secretos mejor guardados del famoso caldo.

Se pueden reservar a través de Basquemountains que, en estos momentos, tiene activas las concernientes a las txakolinerías Beldui de Laudio y Torre de Murga en Ayala. Recorrer sus viñedos, conocer el proceso de elaboración del txakoli y degustar sus mejores caldos es, sin duda, un plan de perfecto para cualquier fin de semana de esta época del año.