- La Ruta del Vino de Rioja Alavesa, la Cuadrilla y los ayuntamientos por los que pasa el recorrido del Camino Ignaciano están promocionando esa ruta, cuando se van a cumplir 500 años de la peregrinación de Ignacio de Loyola. Con este motivo, los promotores de esta acción de promoción recuerdan que los amantes del senderismo que deseen alcanzar el Jubileo recorriendo los 675 kilómetros que separan Loyola de Manresa, peregrinando como lo hizo el santo en el siglo XVI, tendrán la ocasión de atravesar Montaña Alavesa y Rioja Alavesa, pasando -en este caso- por Kripan, Elvillar, Laguardia y Lapuebla de Labarca disfrutando de esos pueblos medievales, admirando sus paisajes de viñedos... y degustando los excelentes vinos de cualquiera de sus 22 bodegas repartidas en ese tramo.

Argumentan desde la Cuadrilla y desde la Ruta que, en tiempos de incertidumbre y desasosiego -pandemia, guerra...- nada como tomarse unos días de respiro y relajación para olvidarnos del mundo, disfrutar de la naturaleza y reencontrarnos con nosotros mismos. Y si esa escapada tiene un componente espiritual, mucho mejor. Son, por ejemplo, algunas de las propuestas que hace el Camino de Santiago así como el Camino Ignaciano.

Cinco siglos después, el Camino Ignaciano permitirá, a quienes deseen emular a San Ignacio, alcanzar el Jubileo. Y para ello deberán cruzar tierras de Rioja Alavesa. En concreto, el tramo comprendido entre Kripan y Lapuebla de Labarca, pasando por Elciego y Laguardia. Un total de 25 intensos kilómetros entre viñedos y bodegas.

La entrada del Camino en la comarca se realiza por el pueblo de Kripan, ubicado en la ladera sur de la Sierra de Cantabria, límite natural con el resto de la provincia. En ella el peregrino podrá admirar un yacimiento arqueológico (la cueva de Los Husos), un dolmen (los Llanos) y la iglesia de San Juan Bautista, además de los restos de la antigua iglesia de Santa María y una de las cooperativas vitivinícolas de la comarca. A solo 6 kilómetros se encuentra Elvillar, nuevo alto en el camino para visitar la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, la Casa del Indiano y, a las afueras, el dolmen La Chabola de la Hechicera. Aquí podemos empezar a catar la esencia vitivinícola de Rioja Alavesa a través de tres bodegas: Altos de Rioja, Lar de Paula y San Roque S.COOP, entre otras.

Apenas 7 kilómetros después, tras atravesar un mar de viñedos, y el dolmen de La Huesera, se llega a Laguardia, integrada desde 2016 en la Asociación de Pueblos más bonitos de España. Su joya patrimonial es la iglesia de Santa María de los Reyes, pero también son dignas de admirar las cinco puertas de su muralla, sus casas palaciegas, la Torre Abacial o la iglesia de San Juan Bautista. Además, Laguardia y sus alrededores albergan otras bodegas (de las que 14 están integradas en la Ruta del Vino de Rioja Alavesa): El Fabulista, Campillo, Carlos San Pedro Pérez de Viñaspre, Casa Primicia, Javier San Pedro Ortega, viña Lamioga, Laukote, Mayor de Migueloa, Cosme Palacio, Ruiz de Viñaspre, Solar de Samaniego, Solar Viejo, Vallobera e Ysios (diseñada por el reconocido arquitecto Santiago Calatrava).

Finalmente, el peregrinaje ignaciano lleva, 10 kilómetros al sur, hasta Lapuebla de Labarca. Tras el Ayuntamiento, un espectacular mirador panorámico con vistas al Ebro y a los viñedos. Los amantes del enoturismo podrán disfrutar allí de otras bodegas, como Bodegas y Viñedos Casado Morales, Covila, Estraunza, Muro y Loli Casado.

Desde allí, donde se ultima el albergue de peregrinos de la ruta ignaciana de la comarca, el Camino Ignaciano sale de Álava para continuar por La Rioja.