La residencia de personas mayores de Samaniego ya cuenta con un plan director encargado por la Diputación Foral de Álava donde se detalla el estado en que se encuentra, las carencias y necesidades, las propuestas de mejora y hasta la normativa que regula su existencia y funcionamiento.

La elaboración de ese plan director ya fue anunciado por el diputado de Políticas Sociales, Emilio Sola, en el transcurso de una comparecencia realizada antes Juntas Generales de Álava el pasado 27 de enero, donde afirmó que "el cambio de perfil de las personas usuarias y la creación de una unidad de Psicogeriatría, además de la necesidad de actualización estructural del centro, han sido el motivo para que esta Institución haya previsto un plan director en la residencia de Samaniego".

Aunque no entró en más detalles, Sola si adelantó que la residencia "necesita, desde el punto de vista funcional, una adecuación a las necesidades que el cumplimiento de sus fines requiere en el momento actual" y apuntó varias intervenciones futuras.

Por una parte, una reforma interior del edificio con adaptación a las normativas de edificación y sectoriales aparecidas en los últimos años, que debe aprovecharse para la sectorización de diferentes espacios en el centro. Por otra, se quiere dotar a la residencia de un mayor número de habitaciones individuales, lo que supone disminuir el número de plazas de 48 a 42, pero es posible una actuación de reforma de la residencia sin que se pueda ver mermada su capacidad de forma sensible.

Herramienta de reflexión

El plan director, que es una herramienta de reflexión, ya que no es el proyecto que se deberá elaborar cuando se decidan las actuaciones definitivas, ha sido elaborado por el arquitecto Ferrán Solé i Pallejà. En el amplio documento se especifica que la residencia es un recurso del Instituto Foral de Bienestar Social (IFBS) dirigido a personas mayores con cierto nivel de auto valimiento personal y personas mayores con diferentes niveles de discapacidad física y/o psíquica.

El complejo tiene capacidad para albergar a 48 personas en residencia y a cuatro personas en servicio de atención diurna y entre sus prestaciones están la atención residencial y cuidados personales, los servicios médicos, de enfermería, asistencia social, rehabilitación, podología, peluquería, terapia ocupacional, animación y tiempo libre, y servicios religiosos; así como servicios de cortas estancias en residencia y servicio de atención diurna en residencia.

Dispone de dos parcelas catastrales de 6.003,00 metros cuadrados y otra de 2.188,00, donde están los jardines adscritos a la residencia. El edificio de la residencia tiene una superficie total de 3.749,66 metros cuadrados distribuidos en una planta de sótano, planta baja, dos plantas de habitaciones y una planta bajocubierta.

Dos líneas de actuación

En general, según el plan, el estado de edificio está correcto, aunque hay elementos que deberían mejorar su seguridad, como la escalera y el ascensor, y se podrían realizar varias iniciativas que redundarán en una mejor calidad de vida de las personas que allí viven y los trabajadores.

En base a esa intención se plantean dos líneas de actuación. Por un lado, la posibilidad de poder destinar una de las dos plantas de habitaciones a usuarios que requieren una atención psiquiátrica, buscando una mejor adecuación de la residencia a las características específicas de cada tipo de usuario que vaya más allá de su ubicación en plantas diferenciadas.

Por otra, se plantea una actualización de los espacios comunes al uso actualizado qué se quiere hacer de ellos para mejorar las condiciones de habitabilidad de los usuarios y optimizar los espacios servidores de forma que contribuyan al trabajo del personal de la residencia. Además, como la reforma puede acarrear la pérdida de plazas se baraja la posibilidad de una ampliación de la residencia.

En concreto, la primera propuesta supone una reforma interior del edificio. La solución parte de la modificación del pasillo central de cada una de las dos plantas de habitaciones, eliminando los elementos que aparecen en el centro de estos pasillos (escalera, ascensor y almacén) en su forma actual y obtener una anchura apta para el uso hospitalario (2,20 metros) colocándolos junto a una de las bandas de habitaciones. La escalera y su recinto protegido ocuparía el centro de la planta sectorizándola en dos y permitiendo el paso de un sector a otro a través suyo.

Habría que modificar las puertas de las habitaciones y sus aseos para aumentar su anchura de paso hasta 1,05 metros recurriendo, si es preciso, a puertas correderas. En esta propuesta se contempla también la reorganización de las plantas baja y de sótano que viene forzada por el cambio de posición de escalera y ascensores, y por la necesidad de sectorizar los recintos de riesgo que en ellos se encuentran (cocina, lavandería, almacenes, salas de instalaciones y maquinaria...).

Además se optimizaría el tamaño y la disposición de salas de estar, de actividades, las destinadas al personal (aseos y vestuarios) y las de servicios médicos, farmacéuticos y administrativos. Del mismo modo se actuaría en la planta de bajocubierta para dotarla de uso con la llegada de la nueva escalera y los ascensores, y adaptando las terrazas para permitir su uso.

Ampliación

La segunda propuesta contempla un empeño más completo y extenso de la actuación para resolver las carencias del edificio mediante la reforma interior y también una cierta ampliación.

La novedad de esta propuesta es la propuesta de construcción de nueva planta de un anexo al edificio para ubicar en el una segunda escalera y ascensor, modificando y mejorando el acceso principal al edificio, y sectorizando las plantas de habitaciones con escaleras independientes para ambos sectores.

El proyecto propone como más lógico situarlo en la fachada norte, alargando el pasillo central de las plantas que discurre de norte a sur. Pero merecerá la pena analizar su colocación en el centro de la fachada oeste aún a costa de modificar un par de habitaciones. Esta posibilidad contemplaría, al igual que la primera propuesta, un solo núcleo de comunicaciones vertical. Asimismo, permitiría modificar el acceso principal al edificio sin tocar su ubicación.

De modo análogo a la primera propuesta habría que modificar las puertas de las habitaciones y sus aseos para aumentar su anchura de paso hasta 1,05 metros recurriendo, si es preciso, a puertas correderas.

El documento está en estudio incluso con aproximaciones de presupuesto para cada una de las dos opciones. En ese sentido, el departamento de Políticas Sociales de la Diputación ha recibido en el plan unas propuestas de gasto, que son orientativas, de 3.367.201,23 en el primer caso, de adecuación del edificio, y de 4.071.536,23 en el caso de adecuación y ampliación.