Un goteo constante de cancelaciones y aplazamientos que no solo afecta a estos días sino que se está extendiendo a todo enero. Las restricciones establecidas por el LABI el pasado martes con respecto a los aforos en eventos culturales están teniendo un efecto demoledor para muchos escenarios alaveses, privados pero también públicos, que llevan casi dos años sobreviviendo a duras penas, tablas para las que, en algunos casos, esta situación puede ser la puntilla definitiva.
"Estamos cansados, enfadados, aburridos y hasta el moño. Hemos cumplido todo tipo de medidas sanitarias y no sanitarias, hemos cambiado no sabemos ni cuántas veces los protocolos, hemos atrasado, reprogramado, cancelado y vuelto a programar decenas de eventos" pero "una vez más nos obligan a cerrar y sin ningún tipo de compensación", apuntan desde la sala Jimmy Jazz en un comunicado.
El panorama ya se estaba complicando en las últimas semanas debido a los positivos entre algunos artistas, grupos y compañías. Pasó con el final del Festival Internacional de Teatro de Vitoria, que tuvo que suspender citas de su sección dedicada a los bebés o a la programación musical del Urban Rock Concept, espacio ubicado en Portal de Gamarra que ha sido de los que más ha sufrido esta circunstancia. A esa situación se han unido ahora las decisiones adoptadas por el LABI, no tanto en referencia a los horarios de inicio y final de las actividades, sino a lo concerniente a los aforos.
El máximo de personas para cualquier tipo de evento social y cultural es de 600 personas en interiores y 800 personas en exteriores. En recintos con capacidad entre 1.600 y 5.000 personas, el máximo en interiores es de 800 personas y de 1.200 en exteriores. En recintos con capacidad superior a 5.000 personas, el aforo máximo es del 50%.
En el caso de Álava, este último supuesto solo se podría aplicar al Iradier Arena -que termina a principios de 2022 su programación cultural junto a la asociación Kultura Bizia- y al Buesa Arena, aunque en este caso no hay más actuaciones previstas tras los conciertos de los pasados 17 y 18 de diciembre de La Polla Records.
Eso sí, en lo que respecta a la plaza de toros, sus responsables aseguraron ayer que se mantienen todos los actos previstos, incluyendo los espectáculos de Pirritx, Porrotx eta Marimotots (3 de enero) y GO!azen 8.0, que tenían todas las entradas vendidas antes de la reunión del LABI.
Con todo, da igual el tamaño del escenario o su titularidad. En las últimas 72 horas, el ritmo de malas noticias es imparable. El Principal no va a poder despedir 2021 como lo tenía previsto con tres actuaciones de Mayumaná, citas que tenían todo vendido desde hace tiempo.
El Ayuntamiento de Vitoria tomó ayer la decisión de suspender las actuaciones por el escaso tiempo disponible para gestionar la readecuación del aforo del teatro al 60%. Y tampoco va a abrir 2022 como era su intención con un concierto de la Joven Orquesta de Euskal Herria, puesto que la formación ha tenido que cancelar su gira invernal por diferentes positivos de covid.
Pero la sangría más importante se está produciendo en las tablas privadas. Hell Dorado anunció ayer su decisión de aplazar toda la programación que ya tenía prevista y a la venta para enero, puesto que las decisiones adoptadas por el LABI van a estar vigentes por lo menos hasta el 28 del primer mes de 2022.
Encaje de bolillos están haciendo también en el Urban, que hoy mismo debería acoger un concierto de Buffalo Club que se suspendió hace unos días por la pandemia. Mismo camino ya sabe que tiene el cartel que se iba a presentar el 8 de enero con Nuclear Revenge y Death in Effigy. Y parece que la situación no se va a quedar ahí.
"Nos hemos reinventado y hemos hecho todo lo que nos han pedido y más para intentar que la cultura y los eventos en directo sigan vivos. Pero una vez más nos obligan a cerrar y sin ningún tipo de compensación", describen desde la sala Jimmy Jazz, que valora también suspender toda su agenda de enero, lo que podría incluir también a la sala Kubik, cuyos responsables también gestionan. Esto supondría que Vitoria tendría a sus principales escenarios de conciertos silenciados durante un mes, como mínimo.
Pero no son los únicos. Le Coup y la serie de conciertos con grupos locales que iba a tener de manera consecutiva a principios de año, el Kitsch u otras salas y locales hosteleros con programaciones culturales más o menos estables han desistido hasta nuevo aviso.
Hay quien está consiguiendo capear el temporal como el festival 150 Gramos, que adoptó la precaución de autolimitar sus aforos antes de ponerse en marcha, lo que va a permitir que hoy concluya como estaba previsto, más allá de algún cambio en el cartel que ha habido que realizar por la baja de última hora de una compañía.
Lo mismo sucede con las Jornadas Monstrenkas, que están pudiendo concluir su actual edición. Eso sin perder de vista que hay quien se ha puesto imaginativo como la sala Glow, que ha optado por organizar sesiones de Dj por la tarde entre este jueves y el día 2 a modo de cotillón.
Mayumaná. Tanto ayer como hoy, el Principal tenía que haber acogido tres representaciones de Currents, de Mayumaná. De hecho, todo estaba vendido desde hacía semanas. Sin embargo, las restricciones anunciadas el martes por la tarde por el LABI, hicieron que ayer por la mañana el Ayuntamiento de Vitoria comunicase la suspensión de todas las sesiones. Casi tres mil personas iban a poder disfrutar de este espectáculo, pero, "el escaso tiempo disponible para gestionar la readecuación del aforo del teatro al 60% ha obligado a la compañía [en referencia a la promotora de la actuación en Vitoria] y al Ayuntamiento a tomar esta decisión", según el Consistorio. Sin embargo, Álvaro Mouriz (Planeta Fama), responsable de la actual gira del grupo, acusó al Consistorio de tomar la decisión de manera unilateral y de generar así a la compañía gastos por unos 60.000 euros, a pesar de que el grupo había mostrado su disposición a doblar sesiones para atender a todo el público con entrada. "La compañía quiere seguir adelante con su show. Y si no hay show, nos veremos en los tribunales por incumplimiento de contrato".