Tuvo la Plaza de Abastos como escenario. Fue una primera aventura que hizo ver que había público con ganas de ver artes escénicas de pequeño formato en espacios poco o nada habituales. 150 Gramos se ponía en marcha, también con el propósito de dar un nuevo movimiento a los mercados de barrio, atrayendo a personas que igual no suelen cruzar sus puertas para comprar y no saben lo que se pierden.

Pero ni en 2020 ni en 2021 se puede dar continuidad a este otro gran objetivo del certamen. La pandemia manda y por eso Montehermoso vuelve a acoger una programación que va a soplar las primeras diez velas de su particular tarta creativa entre hoy y el jueves. Todo está preparado en el centro cultural, donde se trabajará con aforos que ya estaban reducidos con respecto a los máximos posibles antes incluso de cualquier anuncio sobre la reunión hoy del LABI.

Al igual que hace doce meses, y aunque se trate de propuestas que llaman a la cercanía, el festival se desarrollará sin perder de vista las medidas sanitarias, garantizando por segundo año consecutivo que todo se llevará a cabo con seguridad tanto para los presentes como para las compañías participantes.

Por supuesto, el objetivo es volver a los mercados de barrio en cuanto la situación lo permita -durante buena parte de las ediciones, la sede ha sido el de Gorbea-Zaldiaran-, pero por el momento no queda otra que aprovecharse de las instalaciones de Montehermoso, puesto que pararse no es una opción.

Ésta va a ser la décima edición de una apuesta que en estos años ha contado con más de un centenar de montajes, que han atraído a 10.500 espectadores, aunque si se alcanza el máximo en este 2021, incluso a pesar de los aforos reducidos, se llegarán a los 12.000 asistentes, una cifra más que significativa para un evento de este tipo, organizado por los grupos alaveses Pez Limbo y El Mono Habitado.

Para conformar el cartel se han recibido esta vez 203 propuestas, un número de récord. De hecho, han llegado obras de teatro, danza, performance y otras expresiones escénicas de otros países, aunque la situación sanitaria y las complicaciones económicas han impedido desarrollar esa faz internacional. Todo llegará, seguro. De momento, toca centrarse en un 2021 que vuelve a contar para su organización con el apoyo del Gobierno Vasco, el Ayuntamiento de Vitoria y DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.

A partir de ahí, el festival va a ofrecer en cada una de sus tres jornadas propuestas de teatro, danza, performance y circo. Lo hará cada día entre las 17.30 y las 20.45 horas. De cada una de las doce producciones -la más larga dura 25 minutos y la más corta, 13- se llevarán a cabo cuatro representaciones. Según los espacios que se usen, los aforos máximos van a estar entre 40 y 30 personas por cada sesión.

En lo que respecta a este martes, el público se podrá encontrar con Hago carrera de Beatriz ChurrucaHago carrera, una performance protagonizada por una mujer que corre mientras atiende teléfonos. Se realiza a las 17.40, 18.30, 19.20 y 20.10 horas. Diez minutos después de cada una de estas citas van a comenzar también las representaciones de Ctrl Alt SuprKolectivo Monstrenko, la historia de dos personajes atrapados en una trampa administrativa.

Del teatro a la danza. Mutuo acudirá al festival esta primera jornada con #lovewins, una pieza que aborda temas como la confianza en uno mismo. Se va a ofrecer a las 18.00, 18.50, 19.40 y 20.30 horas. Todo ello sin perder de vista que los encargados de subir el teórico telón serán Goitibera, que a las 17.30, 18.20, 19.10 y 20.00 horas compartirán Amatxik dixit, una historia de amor en tiempo de guerra. Con casi la misma estructura de horarios se llevarán a cabo las dos jornadas siguientes.

Danza y teatro, unidos de la mano

Así, el miércoles contará con la presencia de El Mono Habitado, que presentará a dos personajes a medio camino entre falsificadores y ángeles de la guarda en La buena letra. Será uno de los estrenos que se producirán en el marco del certamen.

Además, el público compartirá la particular historia de una persona que quiere denunciar a un adivino que presentará Tartean en Salaketa. Danza y teatro se unirán de la mano de Daniel Esteban, que presentará Iocari, una pieza sobre la amistad, el juego, el duelo y la soledad.

Sin perder de vista que este día 29 se completará con el Colectivo La Incendiaria y Anilina 2.0, un montaje de danza sobre el contacto físico, que no deja de tener su aquel en estos tiempos pandémicos, mascarillas y distancias sociales.

Se llegará así a una última jornada también cargada de alicientes. Ane AT traerá a Montehermoso la performance Interkonexion, protagonizada por un personaje que vive en un mundo de prisas y estrés. Repetirá Tartean, pero en esta ocasión con Tabernaria, un monólogo protagonizado, cómo no, por un tabernero que quiere enseñar a sus clientes cómo echar bien una caña.

La danza será la herramienta de las otras dos propuestas de este día de clausura. Artiz López compartirá en su ciudad la pieza Sangre y clorofila, un conflicto entre una identidad arraigada y la dificultad de hacerse cargo de ella. Además, Lakali Compañía (Vicente Roldán) traerá Criatura, un exorcismo a la tiranía de lo binario.

Es evidente que tanto al festival como a los espectadores les hubiera gustado celebrar este décimo aniversario en otras condiciones, pero el certamen ha conseguido mantener para 2021 su estructura y buena parte de su filosofía. Lo hace, además, contando con el trabajo de un amplio plantel de creadores, en su mayor parte procedentes de distintos puntos de Álava y Euskal Herria pero también de otras partes del Estado. La apuesta es segura. Tanto en lo que tiene que ver con la calidad del programa como con la situación sanitaria.

Por segundo año consecutivo, el certamen se vive en el centro cultural con aforos reducidos y las diferentes medidas sanitarias

A lo largo de estas tres jornadas, la propuesta celebra sus primeras diez ediciones, que han atraído a 10.500 espectadores