La iniciativa Memoria Gara sigue dando pasos en su apuesta por convertir la iglesia de San Francisco de Asís de Zaramaga en un centro para la memoria y los derechos humanos.

Concluido el proceso participativo que ha servido para dar forma a este proyecto, Memoria Gara ha concretado este miércoles que se trataría de un espacio "didáctico y en constante transformación", que daría voz "a las víctimas relegadas de los relatos oficiales" y que contaría con un fondo propio, así como con un área de investigación y una agenda de actividades y exposiciones.

Así lo ha detallado en una comparecencia ante los medios el historiador Josu Santamarina, miembro de Memoria Gara y encargado de elaborar el proyecto, quien ha puesto énfasis en el carácter "complejo y diverso" de la memoria del 3 de marzo de 1976.

"Muchas memorias"

Un compendio de "muchas memorias en una", entre otras la obrera, la antifranquista, la migrante o la feminista, que deben ser objeto de una investigación y una actualización permanentes. El objetivo final, que puedan ejercer de "puente" entre el pasado y el presente y que de ellas emane una verdadera "memoria democrática", según Santamarina.

Al margen de dar voz a esas "otras víctimas", Memoria Gara ha concluido que el futuro centro deberá aunar y dar cabida a las distintas manifestaciones culturales, artísticas y políticas que han existido a lo largo de los últimos 45 años y que en ningún caso podrá ser una plataforma para la "gentrificación" o la "mercantilización" de la memoria.

Santamarina ha informado de que Memoria Gara pretende iniciar a partir de este próximo enero una nueva ronda de contactos con las principales instituciones del territorio, tanto el Ayuntamiento de Gasteiz como la Diputación Foral de Álava y el Gobierno Vasco -a través del instituto Gogora-, para seguir avanzando en la creación de este espacio.

Apoyo

Nerea Martínez, portavoz de Martxoak 3 y también integrante de Memoria Gara, ha remarcado que el colectivo ha constatado durante este tiempo el "apoyo" de la Administración al proyecto. Sin embargo, ha instado a las instituciones a "sumar esfuerzos" y "pasar de las palabras a los hechos".

Cabe recordar que la iglesia de San Francisco, símbolo de la masacre del 3 de marzo, permanece cerrada al culto desde el año 2014 y apenas alberga una exposición de belenes permanente. El obispado de Gasteiz, sin embargo, no ha dado su visto bueno a la cesión completa de este espacio.

Tanto Santamarina como Martínez presentarán esta tarde en un acto público en el salón de actos del centro cívico Aldabe (19.00 horas) las conclusiones de este trabajo.