Dice la historia oficial que hace un par de años, el hip hop conmemoró su 50 aniversario, aunque como en cualquier movimiento cultural, intentar establecer fronteras temporales y etiquetas para tenerlo todo bien clasificado sin tener en cuenta los precedentes ni los desarrollos y evoluciones posteriores es un tanto inservible. En todo caso, a lo largo del último tercio del pasado siglo XX se desarrolló al otro lado del Atlántico una forma de expresarse y de comunicar con la música como eje pero no solo, que nacía de la calle y se desarrollaba en ella. A Álava, los ecos de todo aquello empezaron a llegar poco a poco, siendo sobre todo a finales de los años 80 pero, fundamentalmente, en los años 90 cuando algunas propuestas y nombres propios empezaron a florecer. También en lo que se refiere al breaking.
Con todo, es verdad que durante muchos años, quienes practicaban el también llamado breakdance en las calles del territorio eran mirados como bichos raros. Tampoco hay que ocultar determinadas cuestiones a estas alturas. Por fortuna, las cosas fueron cambiando y con el inicio del XXI, el escenario fue diferente. En aquella escena empezaron a dar sus primeros pasos varias de las personas que ahora componen Vitoria City Breakers, una asociación sociocultural que acaba de ponerse en marcha en Gasteiz con la idea fundamental de apoyar la cultura del hip hop en general y el breaking, sobre todo en una ciudad en la que, en un momento dado, la práctica de la denominada danza urbana era más mayoritaria.
Desde Errekatxiki
Hace poco más de un mes, la asociación se presentó en sociedad desde su sede, ubicada en la calle Errekatxiki, un lugar de encuentro, ensayo, realización de talleres… un espacio desde el que impulsar las diferentes propuestas en las que está trabajando una asociación que en estos momentos se encuentra impulsada por seis personas, aunque sus puertas están abiertas a todo aquel o aquella que quiera sumar y participar. En estos primeros pasos están implicados B-boys y B-girls como Maui, Wasabi y Serock.
Son seis las personas –como Maui, Wasabi y Serock– que conforman el embrión de una asociación abierta a nuevas incorporaciones
A principios de este año que ahora encara su recta final, fueron varias las personas de la capital alavesa que se propusieron poner en marcha la asociación con la idea de poder organizarse, promover el breaking e impulsar diferentes propuestas en torno a esta idea, también buscando la colaboración institucional. El pasado 15 de noviembre se produjo el primer evento abierto al público con la inauguración oficial de la sede del proyecto en Errekatxiki, un lugar al que poder traer bailarines invitados, desde el que hacer talleres y promover la cultura del hip hop, sobre todo mirando a las nuevas generaciones.
La intención es ir construyendo la propuesta poco a poco, sin parar pero también sin dejar que un exceso de ambición pueda llevarse por delante todo el esfuerzo invertido hasta ahora. Uno de los pasos fundamentales que se han dado en este 2025 es el de contar con una sede acondicionada en la que poder ensayar en condiciones, reunirse y compartir. “Queríamos tener un espacio donde pudiera acudir cualquier persona que quiera conocer esta cultura”, unas instalaciones cuyas puertas están abiertas para quien quiera aprender y probar. También se trabaja con la idea de crear comunidad dentro y fuera del breaking y, desde ahí, poder seguir creciendo y colaborando.
Las nuevas generaciones
“Desde aquí, además, queremos tirar el anzuelo a la gente joven”, sonríen los tres, conscientes de que las nuevas generaciones se han ido alejando del breaking después de años en los que las calle de Vitoria eran escenario de no pocos bailes y reuniones. “Ahora se enseña en las academias de baile, pero hay muchos niños y niñas que no tienen paciencia para aprender, que no tienen la disciplina que es necesaria. Quieren todo ya y fácil, y esto no es así”. Aquí, como comparten los tres, “hay muchas agujetas y sabes que algún que otro día, te va a doler el cuerpo”.
“Queremos tirar el anzuelo a la gente joven”, apuntan desde el colectivo, ya que las nuevas generaciones se han ido alejando del breaking
Ellos llegaron al baile desde distintos puntos: desde unos talleres en un centro cívico, al ver a un grupo bailando en el frontón de un colegio de la capital alavesa o viendo en una calle de Chile cómo entrenaban varias personas. Al fin y al cabo, da igual un poco el cómo entraron en esta comunidad. Lo cierto es que son parte de ella y trabajan cada día para alimentarla.
Los tres coinciden al señalar que la constancia es la palabra clave a la hora de afrontar este tipo de baile. A partir de ahí, no deja de ser una forma de expresarse, que tiene sus complicaciones técnicas y que requiere aprendizaje y ensayo. “Luego depende también a dónde quieras llegar; es como en la música, cualquiera puede tocar la guitarra, pero de ahí a ser Paco de Lucía…”.
En todo caso, remarcan que la intención fundamental de la asociación pasa por incluir gente nueva en este movimiento y para ello están planteando diferentes acciones, también más allá de su sede. Por eso, sobre la mesa esta la idea de, por lo menos una vez al año, poder hacer un evento público en el que mostrar y dar a conocer, siguiendo la estela de las citas de breaking que se hacían en su día en Vitoria con escenarios como Artium.
Sería un buen reclamo también para poder incluir a más mujeres en el proyecto ya que en estos momentos Wasabi es la única integrante de la asociación. “Cuando estuve viviendo en Chile y entré en el breaking, allí había muchas chicas en lo mismo. Pero no pasa lo mismo aquí. Cuando me ven bailar, hay muchas chicas que me dicen que quieren aprender, pero luego no dan el paso”. Es de esperar que con la asociación también se le pueda dar la vuelta a esto. No en vano, lo que aquí se busca es “que todo el mundo se anime a venir, tenga una edad u otra. Hay que bailar, moverse, conocer otras culturas y divertirse”. Eso es Vitoria City Breakers.