vitoria. La sombra de las elecciones del 20-N aletea sobre el Ayuntamiento de Vitoria con crispación. Ya se vio en el debate de ordenanzas fiscales. Por eso, el gabinete Maroto va a esperar a que pase noviembre para presentar su proyecto presupuestario para 2012. La tirantez política no es amiga de los acuerdos, justo lo que precisan los populares para afrontar los retos más inmediatos. "Hay que sentarse a hablar con todos, pero está claro que ahora no corren buenos tiempos", apunta el edil de Hacienda, Manu Uriarte, quien también recuerda que para definir las Cuentas hay que conocer con exactitud los ingresos que se obtendrán a través de los impuestos y de la Diputación.

El canto del concejal en favor de acuerdos plurales no concuerda, sin embargo, con lo que se escucha en los pasillos del Consistorio y en los debates: que ya se ha pergeñado un pacto PP-PSE, alimentado desde el Gobierno Vasco. El portavoz del PNV, Gorka Urtaran, lleva semanas dando por hecho esa alianza, pese a que desde que arrancó la nueva legislatura lo que ha saltado a la vista ha sido la animadversión del líder socialista, Patxi Lazcoz, hacia la gestión del gabinete Maroto.

El propio concejal de Hacienda no duda en hacer referencia a las intervenciones feroces de Lazcoz durante el debate de las ordenanzas fiscales para desmentir la existencia de un acuerdo previo. El portavoz del PSE se centró en desprestigiar al gobierno y alertó de que el año que viene aplicará recortes y reducirá la calidad de los servicios municipales. "Tras todo lo que hemos oído, no me puedo creer que el señor Urtaran piense que la bronca del señor Lazcoz es puro teatro", sostiene Uriarte.

Ahora bien, no sería la primera vez que partidos que se enfrentan continuamente firman alianzas porque eso es lo que mandan las altas esferas. Y aun así, el edil de Hacienda insiste: "Por ahora, no hay un pacto cerrado. Y lo que queremos es sentarnos a hablar con todos. Con el PSE, con el PNV...". Cuando llega el momento de mencionar a Bildu, se ríe y calla. ¿El PP ha decidido apartar a los abertzales de su vida ahora que ya ha conseguido de ellos el apoyo a la estación de Euskaltzaindia, justo lo que más necesitaba?