‘First Dates’ volvió a reunir anoche a los solteros más exigentes y peculiares. Uno de los protagonistas de ayer fue Sergio, un funcionario gasteiztarra de 41 años, que acudía al ‘date show’ después de pasar casi 12 años con la misma pareja. Su cita fue Cristina, una electricista de 36 y divorciada. Un encuentro que destacó por sus increíbles diferencias.
Sergio se definía como el prototipo de vasco “duro por fuera y dulce por dentro”. Una de las razones del fin de su relación fue su deseo de tener hijos, lo cual no sucedió. Para su cita la maternidad no entraba en sus planes por ahora. Se consideraba alguien que le gusta salir de su zona de confort.
Al inicio de la velada, Cristina no tardó en mostrarse disconforme con el gasteiztarra. Así lo expresó al equipo de ‘First Dates’: “La cita desde el principio me ha parecido eterna, es como que el tiempo no pasa. Eso no me suele pasar con nadie”.
El momento clave de la cita tuvo lugar cuando Sergio sacó el tema de los hijos: “Pues no lo sé, sinceramente”, respondió la electricista, para el disgusto del funcionario. “No es mi prioridad. Si surge el compañero ideal, sí. De entrada, no", matizó la soltera al formato.
Sergio sabía que suele asustar a sus citas al mencionar el tema de los hijos. Por su parte, Cristina, que aclaró que prefiere a la gente sincera, la paternidad no fue el motivo que no la convenció: “Independientemente de que tuviese ‘feeling’ o no, diría ‘qué chispa, qué majo…’. Pero no”.
El alavés no escondió su forma de ser: “Lo que ves es lo que soy”, exclamó. Cristina pensaba diferente, ya que lo veía como “una persona muy seria”. La electricista fue contundente: “Es como hablar con un hielo. Por favor, intensidad. ¡Un poco de alegría!”.
Tras este comentario, entre risas y algo nerviosa por la personalidad del vitoriano, este subrayó que no se consideraba serio. Pero la respuesta de su cita fue más tajante todavía: “A veces nos vemos de una determinada forma y somos de otra”.
“Me esperaba a alguien más intenso. Soy una persona muy viva y necesito caña. Alguien que sea muy plano…”, le dijo Cristina a Sergio. “¡Un poco de alegría, de sangre!”, pidió la soltera ante las cámaras del espacio de Cuatro.
Sin final feliz
En la decisión final, Cristina siguió haciendo gala de su sinceridad. “Personalmente, ha sido raro y me he sentido incómoda”, le soltó Cristina a Sergio. Él contestó que la situación “le había podido”, pero que había estado a gusto con ella.
Mientras él sí tendría una segunda cita pese a que había estado muy cortado, ella le dijo que como pareja, no. “Creo que buscas a alguien con el que ser padre porque te ha surgido la necesidad biológica", le argumentó finalmente Cristina.