El estreno de ‘El musical de tu vida’ en la noche de ayer en Telecinco recibió a Ana Obregón como primera invitada. El formato televisivo combina actuaciones musicales a modo de homenaje, junto con un repaso por los mejores momentos de la vida de la persona entrevistada. Y, como ingredientes, la emoción, las risas y las lágrimas, todo bajo la dirección del presentador Carlos Sobera.
El conductor del programa logró equilibrar la balanza entre lo caballeroso y lo gracioso, entre lo respetuoso y lo pícaro. Consiguió manejar los tiempos para poder sacar lo mejor de Ana Obregón, que comenzaba su visita al programa con una profunda reflexión: “Mi vida es agridulce, pero merece la pena vivirla”. Mientras tanto, las puestas en escena fueron un gran éxito, con claras referencias a diferentes vivencias de la protagonista, estuvieron acompañadas de letras llenas de ironía y humor. Un espectacular show que dejó algunas píldoras destacadas de la actriz, especialmente el nacimiento de su nieta Ana Sandra mediante gestación subrogada, cómo quería mantenerlo en secreto y el revuelo generado por ello: “No quería que nadie se enterara, a todo el mundo le dije que me iba a Punta Cana a hacer el duelo de mis padres. Cuando nació Anita, me pillaron en la revista y creo que fue una conmoción en España... yo ni me enteré. No me importa la opinión de nadie, sólo mi vida y el derecho a hacer con ella lo que me dé la gana”.
Respecto a la pregunta de Sobera por la sensación de ser abuela y madre a la vez, Ana Obregón explicó, emocionada, cuál fue el último deseo de su hijo Alessandro Lecquio antes de morir: “Mi hijo, dos semanas antes de dejarnos, me pidió un boli y un papel. Dijo que quería dejar un hijo en la tierra, 'prometedme que lo vais a hacer'. Fue su última voluntad. ¿Qué tipo de madre no lo haría? Anita huele a él. He vuelto a vivir, la vida ahora tiene significado”, concluyó. Más tarde, habló sobre el fallecimiento de su hijo: “Me enteré porque un día estaba muy malito y se sentía mal. Fue en el 2018 cuando le llevé al hospital. Pensaban que no era nada, pero me dijeron que tenía un tumor de 10 centímetros. Reaccionó como un campeón, con una verdadera valentía y coraje. Me lo puso muy fácil, no se quejaba. El día que nació Áless, nací yo”. Acto seguido, el programa emitió varias imágenes de ambos juntos, provocando las lágrimas tanto de la actriz como del presentador.
Steven Spielberg
Otra de las anécdotas que Ana Obregón ha contado fue cuando conoció a Steven Spielberg en los años 80. En una visita a su casa, la intérprete le cocinó una paella: “La paella fue repugnante, asquerosa, pero se la comió”, resumía.