Jodidos pero contentos. Esta expresión coloquial, que ha puesto título a canciones y arrancado más de una sonrisa desde el estampado de una camiseta, describe bastante bien el estado de ánimo de la juventud vasca que, por primera vez desde la pandemia, se muestra esperanzada ante el futuro pese a las dificultades. Las expectativas de la juventud vasca han mejorado notablemente durante el último año en todos los indicadores, con una subida de cinco puntos en el índice de confianza en el futuro (59 sobre 100) respecto al año anterior.

Así se refleja en el informe Aurrera Begira realizado por el Gobierno vasco, un estudio que dibuja a una juventud satisfecha con sus estudios, familias y amistades aunque menos con el tema económico y laboral, clave para su emancipación. Las relaciones sentimentales y sexuales también entran en el top de las prioridades con margen de mejora, igual que la maternidad y paternidad deseada.

Durante la presentación de los resultados este estudio, el secretario general de Transición Social y Agenda 2030, Jonan Fernández , afirmó que 2023 ha marcado un cambio de tendencia en la situación anímica de los jóvenes en Euskadi, ya que el pesimismo que provocó el confinamiento “va quedando atrás”. “Estamos ante una muy buena noticia”, destacó, ya que estos datos “hablan de una juventud vasca que, a pesar de la adversidad de los últimos años, mira al futuro con esperanza y espíritu luchador, y frente a la resignación o el victimismo, valores como la resiliencia o la autorresponsabilidad encuentran un eco mayor”. Asimismo, Fernández apostó por la “empatía intergeneracional, con una mirada de reciprocidad y colaboración entre generaciones”, y destacó que el Gobierno vasco “ha multiplicado por cinco” la cantidad destinada a las políticas de juventud para 2024, con 65,5 millones de euros.

Menor tasa de paro en 25 años

El paro de la juventud vasca, de 16 a 29 años, al final de 2023 es el más bajo desde 2008, con el 10,8 %. En 2013, este indicador llegó al 30 % y en 2020 se situó en el 23,9%.

Lo mismo ocurre con la tasa de ocupación en el mismo tramo de edad, que se sitúa en el 44,5 %, la más alta desde 2009.

La encuesta muestra una recuperación general de los indicadores respecto al año anterior, aunque no se alcanzan los valores previos a la pandemia.

Satisfechos con la familia, la amistad y los estudios

Según la encuesta, la valoración del momento presente se sitúa en 65 puntos sobre 100, tres puntos por encima del resultado de 2022, en tanto que el índice de satisfacción personal gana un punto respecto al año anterior y alcanza los 71 sobre 100.

La familia, las amistades y los estudios son las tres áreas con las que la juventud vasca muestra una mayor satisfacción, mientras que el dinero disponible, el trabajo o las expectativas laborales y las relaciones sentimentales o sexuales son los aspectos personales con los que está menos satisfecha.

Situación laboral

Según la encuesta, la situación laboral o las expectativas en relación con el empleo, que venía ocupando la segunda posición, mejora su resultado respecto a años previos y se sitúa en tercer lugar.

En todos estos aspectos el balance es más negativo a medida que aumenta la edad y también entre las mujeres.

En el terreno laboral, desciende considerablemente la percepción del riesgo de pérdida o precarización del empleo en el plazo de un año, al perder seis puntos respecto a 2022.

La percepción de las mujeres en este indicador, como en años previos, es más negativa que la de los hombres.

El 72% de la juventud en paro cree probable encontrar un empleo durante este año 2024 y el 80 % de los estudiantes confían en encontrar un empleo acorde a su formación al finalizar sus estudios, lo que supone el porcentaje más alto de toda la serie.

En cuanto a las expectativas de emigración forzosa, que mide el porcentaje de personas jóvenes que creen que en el futuro se verán forzadas a emigrar a trabajar al extranjero sin desearlo, se sitúa en el 9 %, con un descenso de 1 punto respecto a 2022.

La expectativa de emancipación truncada se sitúa en el 43 %, porcentaje que desciende en dos puntos respecto a 2022.

El porcentaje de jóvenes que creen que verán postergada una maternidad o paternidad deseada repite el valor del año anterior, con el 26 por ciento.

Esta es la undécima edición de del informe, basado en los resultados de una encuesta online realizada entre el 11 y el 15 de diciembre a la que respondieron 6.737 personas de 15 a 29 años.