La tasa de emancipación juvenil en el Estado subió en el primer semestre de 2023 hasta el 16,3 % por primera vez desde 2020, y la vasca se situó en el citado periodo por debajo de esta media, con una tasa del 14,8 %.

Según el último informe del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud, ambas son muy inferiores a la media de la Unión Europea (31,9).

El estudio concluye que los jóvenes vascos de 16 a 29 años de edad que comparten vivienda gastan más del 40% de su salario en el alquiler. Además, ni siquiera dedicando el 100% del salario joven mediano mensual podrían permitirse vivir en solitario en una casa de alquiler en Euskadi.

Esta mayor incapacidad de las personas jóvenes vascas para emanciparse se dio a pesar de que el paro juvenil bajó entre el primer semestre de 2022 y el mismo periodo de 2023. No obstante, la juventud joven vasca trabajadora tenía un salario mediano inferior al español y se enfrentaban a algunas de las condiciones para emanciparse "más difíciles" del Estado.

El estudio también señala que para poder comprar una vivienda, una persona joven vasca tendría que dedicar todo su salario de casi siete años solamente para pagar la entrada.

El estudio, publicado este martes y centrado en la población de entre 16 y 29 años -que en el Estado son 7.088.690-, muestra que el problema estructural de vivienda hace que el Estado tenga una de las edades medias de emancipación más altas de Europa, a los 30,3 años.

Leve avance

Pese a la ligera mejora (0,37 puntos porcentuales respecto al año anterior), la tasa de emancipación juvenil continúa lejos de los niveles alcanzados antes de la pandemia (18,7 %) y del máximo registrado con anterioridad a la crisis económica de 2008 (26,1 %).

Además, de enero a junio del pasado año el paro joven descendió ligeramente hasta el 20,1 % -la cifra más baja desde mediados de 2008- y el salario medio juvenil aumentó un 5 % hasta los 12.062,59 euros

Pero estas mejoras, según advierte el estudio, no han llegado a todas las comunidades: en 10 de ellas la tasa de emancipación se redujo respecto al primer semestre de 2022; en 5 de las 7 autonomías en las que creció la tasa de paro también descendió la emancipación, y en 9 de las 17 comunidades el salario medio es de menos de 1.000 euros al mes.

Diferencias por sexo y comunidades

En cuanto al género, las mujeres siguen emancipándose más que los hombres (19,4 % frente al 13,3 %).

Con una tasa de emancipación por encima de la media estatal se sitúan Catalunya (20,9), Canarias (19,1), Murcia (18,2), Madrid (17), Asturias (16,6) y Baleares (16,4).

Por debajo de la media aparecen Aragón (16,2), Comunidad Valenciana (15,5), Navarra (15,5), Galicia (15,3), Euskadi (14,8), Extremadura (14,8), Castilla y León (14,7), La Rioja (14,7), Castilla-La Mancha (13,3), Andalucía (12,9) y Cantabria (11).

El inasumible precio de los alquileres

El precio de los alquileres, la forma más habitual de emancipación para los jóvenes, se ha disparado y ha subido mucho más que los salarios, cuya media en 12 pagas se situaba en 1.005,22 euros netos al mes, mientras que el precio medio del alquiler era de 944 euros mensuales.

Si a esto le sumamos el gasto medio de los suministros de una vivienda (138,12 euros al mes), el precio de un alquiler en solitario sumaría 1.082,12 euros, por lo que a una persona joven le faltarían 76,9 euros para poder vivir solo, advierte el Observatorio.

Los 944 euros al mes de media que paga un joven por alquilar una vivienda es el precio más alto desde que existen registros, supone el 93,9 % de su sueldo e implica un encarecimiento del 9,3 % respecto a un año antes y de casi un 70 % respecto al que tenían las viviendas de alquiler hace diez años.

Tampoco alquilar una habitación en una vivienda compartida es una opción asequible: cuesta 375 euros al mes, el equivalente al 37,3 % del salario de un joven (los estudios sitúan el 30 % del sueldo como el máximo aceptable para dedicar a la vivienda), una situación que se da en 10 de las 17 comunidades. En cuatro, incluso, superaba el 40 %.

Aunque menos, pero el mercado de la compra también se encareció en el primer semestre de 2023: la primera mensualidad de una hipoteca correspondería al 65,9 % del salario de un joven, que para pagar la entrada de una vivienda tendría que ahorrar 53.796 euros, el equivalente a cuatro años y medio de su sueldo.