El 14,6% de los pacientes que en 2022 necesitaron acceder a una consulta de Atención Primaria por padecer un "verdadero problema de salud" no pudieron hacerlo, según un informe de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP).

El V informe de la FADSP sobre la situación de la Atención Primaria en las 17 CCAA eleva el porcentaje de pacientes que no pudo acceder Atención Primaria en el conjunto del Estado español al 21,4%, una cifra "extremadamente preocupante", ha explicado su portavoz, Marciano Sánchez Bayle.

El informe no entra en el recorrido de estos pacientes una vez que se vieron obligados a descartar el centro de salud para su atención, pero las opciones más previsibles pasan, a su juicio, por ir a las urgencias hospitalarias, lo que explica su actual saturación, acudir a la sanidad privada o esperar a que el problema se resuelva espontáneamente.

En cuanto a las demoras, el informe revela que en 2022 el 77 % de los pacientes vascos encuestados tuvo una demora superior a dos días en las consultas de Atención Primaria, mientras que un 29,5 % sufrió retrasos de siete días o más. La media de demora se situó en algo más de 5 días.

Las cifras estatales son aún peores: el 85,6 % tuvo que esperar más de dos días en las consultas y el 54,3 % siete o más. La demora media fue de casi 9 días.

Se trata de una situación "intolerable" ya que una demora prolongada es "incompatible con la accesibilidad que debería tener la Atención Primaria y explica el malestar de la ciudadanía y de los profesionales", ha argumentado Sánchez Bayle.

El informe de la FADSP constata que las consultas médicas telefónicas no resultan cómodas al 55,7 % de los vascos (la media nacional es de 45,5 %), un 67 % creen que por teléfono se explican peor que en una consulta presencial (63,4 % estatal) y un 52,5 % que no entiende las indicaciones del médico igual de bien (47,6 % en España).

Sobre este asunto, la FADSP asegura que las consultas telefónicas retrasan el diagnóstico y suponen una barrera en el acceso para las personas mayores.

El 42,4 % de los vascos opina que todas las consultas deberían ser presenciales y un 53,3 % admite ambos formatos. En el ámbito nacional hay un 63,5 % de pacientes a favor de las dos modalidades y un 33,7 % que solo quiere consultas cara a cara.

Según el barómetro sanitario de 2022 recogido en este informe, la opinión de la ciudadanía es más favorable a la sanidad pública que elige el 68,6 % de los españoles y el 76 % de los vascos, frente a un 28,30 % y un 26,2 % respectivamente que, de poder elegir, se decanta por la privada.

A la hora de necesitar asistencia sanitaria, en los últimos doce meses el 61,5 % de los vascos y el 59,5% de los españoles acudieron al sector público frente a un 5,4 y 6,4 % en cada caso que fueron al privado. Hubo además un 11,3 % de pacientes de Euskadi y un 14 % del conjunto del Estado español que utilizaron ambos.

La nota que la ciudadanía da a la Atención Primaria en general es de 6,58 en Euskadi (la media estatal es de 6,23) una cifra que empeora con relación a 2019, antes de la pandemia, cuando la valoración llegaba a 7,55 (7,29 en el ámbito nacional).