El buque Aita Mari, antiguo pesquero reconvertido en barco de rescate por la ONG guipuzcoana Salvamento Marítimo Humanitario, ha concluido los trabajos de reparación y mantenimiento y está preparado para salir de nuevo en auxilio de embarcaciones de inmigrantes en el Mediterráneo, donde ha rescatado en 2020 a 202 personas.
La consejera de Igualdad, Beatriz Artolazabal, ha visitado este domingo a la tripulación del Aita Mari, que se encuentra desde el pasado mes de julio en el puerto de Pasaia, donde ha llevado a cabo las labores de mantenimiento y acondicionamiento de la embarcación.
Artolazabal ha valorado el interés "urgente, social y humanitario" del proyecto del Aita Mari en el Mediterráneo, donde se vive una situación "de emergencia y excepción", ha informado el Gobierno vasco en un comunicado.
El trabajo del buque, que inició sus acciones en 2018, se ha visto alterado este año por la pandemia de covid-19, ya que de las seis misiones previstas solo ha podido completar una, la realizada entre enero y febrero, en la que fueron localizadas dos embarcaciones a la deriva, una de goma con 93 personas, y otra de madera con 65, que desembarcaron en Mesina (Sicilia).
Del total de 159 personas rescatadas, 90 eran hombres, 17 mujeres (tres de ellas embarazadas) y 51 menores, 39 de ellos no acompañados.
Asimismo, de los 180 días previstos de navegación en 2020 el Aita Mari ha podido realizar 36 mientras ha estado 69 días retenido en diferentes puertos por diversas circunstancias.
Además de esa misión, el pasado mes de abril, mientras el barco inició la travesía desde Sicilia rumbo a Pasaia debido a la situación derivada del confinamiento decretado en Italia, rescató otro bote con 44 personas a bordo que fueron trasladadas a un ferry habilitado por el Gobierno italiano.
La Asociación Salvamento Marítimo Humanitario, formada por profesionales de emergencias y voluntarios, tiene como objetivo "salvaguardar la vida de las personas en la mar y la defensa de los Derechos Humanos, y cuenta con apoyo del Gobierno vasco", señala el comunicado.
Este apoyo responde al "compromiso" del ejecutivo autonómico vasco de atender "con agilidad y premura las situaciones que requieren implicación humanitaria de urgencia en cada momento", agrega el comunicado, que explica que la vía del Mediterráneo central, entre Libia, Túnez, Italia y Malta, dónde opera el Aita Mari, es la que registra el mayor número de muertos y desaparecidos.