Córdoba. Los padres y hermanos de José Bretón, acusado de asesinar a sus dos hijos en octubre de 2011 en Córdoba, se negaron ayer a declarar ante el jurado, mientras que su cuñado afirmó que no cree que matara a los niños aunque sí que sea "responsable de su desaparición o de hacerlos desaparecer".

El primero de los familiares en entrar en la sala fue Bartolomé Bretón, padre del acusado, quien tuvo dificultades para sentarse a declarar, y tras ser preguntado por el presidente del tribunal si quería testificar manifestó: "No voy a decir nada". Posteriormente fue el turno de Antonia Gómez, madre del acusado, quien se acercó a su hijo y le besó antes de sentarse en su lugar para declarar, algo a lo que se negó con un rotundo "no".

Tanto Catalina Bretón como Rafael Bretón, hermanos del acusado, también se negaron a declarar acogiéndose a su derecho por su condición de familiares directos del acusado. Tras la negativa de los cuatro familiares directos de Bretón, fue el turno de José Ortega, cuñado del acusado, quien respondió a las preguntas de la acusación durante más de tres horas.

En su declaración, el cuñado de Bretón y marido de Catalina, visiblemente nervioso y emocionado al recordar a sus sobrinos, afirmó en un primer momento que no creía que Bretón hubiera matado a sus hijos aunque sí lo considera "responsable de la desaparición". Posteriormente matizó que, aunque no cree que los asesinara y los quemara en una hoguera, sí ha podido "hacerles algo malo y él lo sabe", ya que "es raro que se perdieran".

José Ortega explicó que le sorprendió la separación de la pareja y que en un momento dado, cuando Bretón le dijo que le tenía "alguna guardada a Ruth", le instó a que "no hiciera tonterías". José Ortega recordó que dos días antes del suceso sus hijos fueron con Bretón al colegio y éste los dejó solos un momento "para ver de qué modo reaccionaban".

Una acción que recriminó a Bretón por la tarde y a la que no le encontró explicación en ese momento. Respecto al día de la desaparición, José Ortega aseguró que es "imposible" que Bretón utilizara su coche, un KIA Picanto, para ir a la finca de Las Quemadillas y que no habían concretado si por la tarde se encontrarían en la Ciudad de los Niños.

"Increíble" Añadió que se enteró de la desaparición cuando el hermano de Bretón llegó a su casa, momento en el que se fueron de inmediato hasta el parque Cruz Conde para participar en la búsqueda de los menores. El testigo apuntó que le parecía "increíble" que los niños se perdieran y que fue él quien propuso a la policía ir a la finca a buscarlos "por si podían aparecer por allí o alguien los había llevado".

Por su parte, la cuñada de Bretón y esposa de Rafael, Leticia Fernández, muy emocionada al hablar de sus sobrinos, comentó que se llevaba "muy bien" con Ruth Ortiz, quien "tuvo que aguantar muchas cosas y se calló ante muchas humillaciones" de Bretón. "Yo no sé lo que ha pasado con los niños", manifestó ayer la testigo, quien resaltó además que si el informe de agosto de 2012 que determinaba que los huesos hallados en la finca eran de humanos inmaduros "hubiera salido antes nos hubiésemos ahorrado el dolor".

Durante la sesión también declaró el psiquiatra que atendió a Bretón durante su separación de Ruth Ortiz, que afirmó que fue él quien le ofreció al acusado dos antidepresivos durante su tratamiento y que quiso destacar además que su paciente se caracteriza por tener una personalidad "obsesiva" y "dominante".