Hay una costumbre muy común en el día a día y que resulta más peligrosa de lo que se cree: calentar la comida en tuppers de plástico. A pesar de ser algo muy habitual en comedores escolares, casas, oficinas, etc., lo cierto es que no es una rutina recomendable. A diferencia de lo que se cree, tiene riesgos para la salud que vale la pena evitar.

Por si fuera poco, cada vez hay más expertos que alertan de las consecuencias de hacerlo, entre ellos el enfermero Jorge Ángel (@enfermerojorgeangel), que, en un vídeo de sus redes sociales, repasa por qué no deberíamos calentar alimentos en estos recipientes. 

Un aviso sanitario

Tal y como informa este especialista, aunque haya tuppers de plástico catalogados como “aptos para microondas”, esto no siempre significa que sean cien por cien seguros para ello. La razón es muy simple y tiene que ver con la temperatura a la que se somete.

Al exponer los tuppers a mucho calor, estos desprenden partículas como microplásticos y bisfenoles, que son muy peligrosos porque, a largo plazo, tienen efectos cancerígenos, alteraciones hormonales y otras enfermedades que afectan al sistema inmunitario. 

Asimismo, estos envases también se deterioran por las altas temperaturas: pierden transparencia, se vuelven más opacos o hasta se ensucian con manchas. Incluso puede que, con el tiempo, se derritan y deformen, afectando a las propiedades de la comida en sí. 

Alternativas más seguras

Según este experto, la recomendación es muy sencilla: basta con cambiar los tuppers de plásticos por otros de cristal. En comparación con los anteriores, aguantan el calor sin echar compuestos tóxicos, al igual que los cambios de temperatura en microondas y lavavajillas. 

Eso sí, hay que tener en cuenta un pequeño apunte: las tapas de estos envases, que no dejan de ser de plástico, a ser posible, hay que lavarlas aparte y jamás meterlas dentro de un microondas, pues sus efectos son muy perjudiciales para la salud en general. 

Por muy insignificante que pueda parecer este detalle, la verdad es que se cuida del sistema inmunitario y de la comida, todo en uno. Porque los pequeños gestos de la vida diaria pueden marcar la diferencia en cuestiones tan complejas como el bienestar individual. 

Tuppers de cristal con alimentos en su interior Freepik

¿Cómo conservar mejor los alimentos?

El acero inoxidable es otro recurso para cuidar la comida, independientemente de la temperatura en la que se encuentre, pues soporta perfectamente cualquier ambiente. Las bolsas de silicona también son otra opción, porque son reutilizables y no ocupan casi espacio. 

Los vasos de vidrio son otra idea más, en donde se pueden guardar sopas o ensaladas, entre otras preparaciones. Una ventaja de estos envases es que se puede ser el contenido con facilidad, para así saber qué cantidad comer o preparar en los platos. 

También hay que fijarse en el tiempo en el que conservamos la comida dentro de la nevera. Se aconseja, siempre que se pueda, que no esté más de tres o cuatro días desde el momento en el que se compró, para evitar intoxicaciones y problemas de salud.