En nuestro día a día y casi sin darnos cuenta, empleamos en nuestras conversaciones palabras a cuyo origen no prestamos atención. Y con el paso del tiempo, van formando parte de nuestro vocabulario, hasta asimilarlas por completo. Es el caso del euskera, que presenta unas cuantas palabras que usamos con frecuencia en castellano.

A los ya clásicos akelarre, bacalao, chistera o zulo, habría que añadir otros dos términos del euskera usados en español. ¿De cuáles se trata? ¿Qué importancia tienen? Vamos a descubrirlo

Imagen de la Korrika 2024, uno de los actos más conocidos en defensa del euskera IKER AZURMENDI

Pizarra: una palabra euskaldun muy usada

Pizarra’ es la primera palabra que cuenta con uso muy extendido en nuestra vida cotidiana. Según la RAE, es una “roca homogénea, de grano muy fino, comúnmente de color negro azulado, opaca, tenaz, y que se divide con facilidad en hojas planas y delgadas. Procede de una arcilla metamorfoseada por las acciones telúricas”.

Aunque también considera que es un “trozo de pizarra pulimentado, de forma rectangular, usado para escribir o dibujar en él con pizarrín, yeso o lápiz blanco”. 

De acuerdo con el Diccionario Etimológico Castellano en Línea, el filólogo Joan Corominas afirma que pizarra viene del vasco lapitz-arri. Lapitz, derivaría del latín lapideus ('de piedra') y arri del euskera (piedra). 

Un profesor escribe en una pizarra Freepik

Al hilo de citado experto, El País asegura que “la palabra pizarra proviene del vasco lapitzarra”. Esta, al traducirse al español, “se confundió el ‘la’ inicial de la palabra con el artículo 'la', quedando como 'la pizarra' cuando lo correcto hubiera sido ‘la lapitzarra’”.

Por otro lado, el lingüista Manuel Rodríguez indica que estaría “formada de pizca (pequeña) y arria (piedra), ‘piedra pequeña’ en vascuence”. En cambio, el filólogo alemán Friedrich Christian Diez cree que ‘pizarra’ procedería de “pieza” y ‘arra’ derivaría del alemán schiefer (fragmento). 

Alud: otro término extendido

Tal y como precisa la RAE (Real Academia de la Lengua Española), una ‘alud’ es una “gran masa de nieve que se derrumba de los montes con violencia y estrépito” o “una masa grande de una materia que se desprende por una vertiente, precipitándose por ella”.

La mencionada institución apunta, además, que es una palabra de origen prerromano y que viene del euskera ‘lurte’, es decir, ‘derrumbamiento de tierra’

Por su parte, el Diccionario Etimológico Castellano en Línea explica que la palabra alud "viene del euskera ‘luta’ (desmoronamiento de tierras), similar a ‘lur’ (tierra) y ‘elur’ (nieve)".

Alud cayendo desde una montaña helada Freepik

Asimismo, la Institución Fernando el Católico, recoge en su artículo ‘Nótula sobre la palabra castellana alud’ que si esta palabra es “patrimonial en castellano” habría que examinar la “raíz indoeuropea LUT- 'fango, lodazal'”, parecida a otras variantes románicas.

"Contra ese carácter patrimonial, milita la presencia solo decimonónica y posterior del término en la literatura castellana, que sugiere una penetración relativamente reciente a través de otra lengua vecina peninsular, probablemente del vasco elur, conforme asume lacónicamente Meyer-Lübke". 

Más palabras que derivan del euskera 

Estas son otras palabras que provienen del euskera y que usamos a diario sin percatarnos:

Cencerro: una palabra que viene del vasco ‘zinzerri’ (campana), una “campana que se amarra en el cuello” de los animales “para saber dónde andan”. Al mismo tiempo, esta palabra vasca se formó “con una onomatopeya, copiando el ruido de la campana".

Muñeca: el Diccionario de la Real Academia de La Lengua Española (DRAE) narra que es una palabra de origen prerromano y que está ligada al español ‘moño’ y con el vasco ‘muIno’ (colina)

Guiri: el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) cuenta que la palabra 'guiri', popular entre los españoles para llamar a un inglés, viene del euskera ‘Guiristino’, que es Cristino en castellano.

Órdago: viene del euskera ‘hor dago’, que significa 'ahí está'. La RAE matiza que guarda relación con el juego del mus, ya que "es un envite en el que se apuesta un juego en su totalidad".