Barcelona - La mayoría independentista se dispara en pleno deshielo entre el Govern y el Gobierno español. Después de una semana en que Junts per Catalunya y ERC han mantenido un fuego cruzado que acabó en pérdida de confianza entre ambas fuerzas, los republicanos, que plantean una vía más posibilista y moderada que los posconvergentes, apuntan al alza y vencerían con holgura en unas hipotéticas elecciones catalanas, según el barómetro del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO). El partido de Oriol Junqueras, aún encarcelado, ascendería a una horquilla entre 35 y 37 escaños, con el 24% de respaldo, (tiene 32 en el actual Parlament), superando claramente a Ciutadans, que de sus 36 representantes pasaría a obtener entre 29 y 30 (21,4%), lo que evidencia que no le beneficia un escenario de distensión, mientras que la fuerza de Carles Puigdemont también retrocedería desde los 34 hasta los 27-29 representantes (17,9%), y es que en los comicios del 21-D el expresident se benefició claramente del voto útil procedente de la CUP. La marca anticapitalista volvería a mostrar su músculo en las urnas pasando de 4 a entre 8 y 10 asientos (7%) en la Cámara catalana. Los apoyos de los cupaires serían de nuevo decisivos para sumar en favor de las posiciones secesionistas, que, eso sí, se refuerzan considerablemente al escalar desde los 70 escaños hasta poder registrar 76.

La encuesta se realizó antes del cisma parlamentario por la suspensión de Puigdemont, pero el trabajo de campo, elaborado a partir de 1.500 entrevistas personales entre el 24 de junio y el 14 de julio, coincidió con la decisión de la justicia alemana de tumbar la causa por rebelión contra el líder de JxCat, con la reunión entre Sánchez y Torra en la Moncloa y con el acercamiento de los políticos presos a Catalunya. Lo que no recoge es la retirada de las euroórdenes del juez Pablo Llarena y la condena al destierro de los exiliados. El fortalecimiento de ERC puede deberse a la notable valoración que mantiene Junqueras, con una nota de 6,16, frente al exJefe del Govern, que aprueba por la mínima (5,01), mientras que el president Quim Torra se queda en el 4,89.

Curiosamente, si nos adentramos en la aritmética parlamentaria podría reformularse el llamado tripartito de izquierdas, ya que el PSC subiría de 17 a 19-21 diputados (15,5%) gracias al efecto de la llegada de Pedro Sánchez a la presidencia española. Los socialistas sumarían con Esquerra y con Catalunya en Comú, que mejoraría resultados pasando de 8 escaños a 10 (7,8%). Guarismos que les acercan, aunque con dificultad, a la mayoría absoluta, con una horquilla de entre 62 y 68 representantes. Quien desde luego no levanta cabeza es el PP catalán en pleno periodo de interinidad tras la marcha de Mariano Rajoy, y es que el partido de Xavier García Albiol podría perder uno de sus actuales 4 asientos (3,8%). El sondeo añade que la participación sería del 70%, lo que significaría 10 puntos menos en la última cita con las urnas, algo que siempre perjudica al constitucionalismo, y en este caso seguramente a la formación de Inés Arrimadas.

el sí a la ruptura, por delante Lo que sigue por delante aunque con intensidad moderada es el sí a la independencia en un supuesto referéndum, ya que el 46,7% votaría a favor de la ruptura, 1,3 puntos menos que en el barómetro de mayo, mientras que el 44,9% votaría en contra, 1,2 puntos más que hace dos meses. De ahí que Puigdemont quiera, con su movimiento Crida Nacional, atrapar mayor número de independentistas con un carácter transversal. Una nueva pregunta provocó ayer el revuelo en foros políticos y redes sociales. Se trata de una que pretende reflejar a opinión de los catalanes sobre la democracia. A través de las respuestas por recuerdo de voto se extrae la conclusión de que solo el 56,1% de los electores del PP de Catalunya coinciden en apostar por este sistema político.