MADRID - El PP corrigió ayer su posición en el debate sobre la memoria y la convivencia. Los populares llevaron al Senado una moción para rechazar los homenajes a miembros de ETA una vez que salgan de la cárcel o fallezcan, un argumento que no es novedoso en su discurso. La novedad reside en que el PP decidió promover en Madrid la misma iniciativa que no apoyó en su integridad en el Parlamento Vasco, porque apostaba por la reinserción de los presos y el reconocimiento de todas las víctimas, no solo del terrorismo. Asumir esos dos posicionamientos políticos es un hecho insólito en el PP, que realizó ese esfuerzo para que fuera posible un pronunciamiento muy mayoritario contra los homenajes a ETA. PNV, PSOE y Podemos se felicitaron por este paso y agradecieron su gesto. La iniciativa, defendida en Gasteiz por los jeltzales, los socialistas y Elkarrekin Podemos, recabó ayer el apoyo de todos los partidos en el Madrid, con la abstención de EH Bildu y ERC.
Con su movimiento, pensado para recabar el máximo número de apoyos en el Senado, el PP asume el mismo lenguaje que el resto de partidos del Parlamento Vasco, lo que provocó ayer que se multiplicaran las peticiones para que participe en la Ponencia sobre Memoria y Convivencia. Los populares se situaron por unos instantes en la misma longitud de onda que el resto de grupos y no tuvieron reparos en asumir un documento que pide el reconocimiento de todas las víctimas con independencia de la violencia que hayan sufrido, y también la reinserción de los presos. Este ejercicio sienta un precedente y supone una base para un trabajo en común en la Cámara vasca, aunque las fuentes del PP consultadas por este periódico lo vieron como un hecho puntual sin consecuencias. La contradicción puede plantearse de ahora en adelante si el PP se desvincula de ese consenso y sigue manteniendo su discurso inflexible en Gasteiz.
Los populares no participan en la Ponencia sobre Memoria y Convivencia, y tampoco en los actos unitarios del Día de la Memoria del 10 de noviembre porque creen que mezcla todas las violencias y da pábulo a la teoría del conflicto. El Gobierno español, además, mantiene en el Tribunal Constitucional su recurso contra la ley que busca reparar los abusos policiales sufridos entre 1978 y 1999. También mantiene sin cambios la política penitenciaria.
El 22 de febrero, cuando se discutió esta propuesta en el Parlamento Vasco, Borja Sémper anunció el voto a favor en el primer punto, que se ceñía al rechazo a los homenajes; y su abstención en los otros puntos, con el argumento de que no era el momento de perderse en “vericuetos extraños”. Ayer, por el contrario, el PP defendió en el Senado esa misma propuesta por boca del también vasco Iñaki Oyarzábal, y lo hizo en Madrid, donde se asume que este tipo de pronunciamientos tienen un mayor coste político ante su parroquia. Con la defensa de ese documento, los populares adoptan un nuevo lenguaje. La moción habla de víctimas de “vulneración de derechos humanos” y se apuesta por la “reinserción y resocialización” para una convivencia normalizada. El PNV vivió el debate como un auténtico hito.
El primer punto rechaza los homenajes porque suponen una “revictimización para las víctimas”. A renglón seguido, pide que los poderes públicos garanticen el reconocimiento, reparación y justicia necesarios a las “víctimas del terrorismo y de vulneración de derechos humanos, eliminando los agravios sufridos”, y evitando su humillación.
En el tercer punto, “el Senado reitera su reconocimiento y solidaridad hacia todas las víctimas”, y se compromete a construir una memoria que deslegitime “toda forma de terrorismo, violencia o vulneración de derechos humanos”. El cuarto punto alude al derecho a la verdad, la justicia y la reparación; y en el quinto se pide tener en cuenta los principios de “reinserción y resocialización” para avanzar en una convivencia “lo más normalizada posible”. “Estos principios deben poder aplicarse a las personas privadas de libertad tanto durante como tras el cumplimiento de sus penas”, dice el documento firmado por el senador José Manuel Barreiro.
Fuentes del PP de la comunidad autónoma consultadas por este periódico aseguran que su intención era llevar al Senado un texto que concitara apoyos, “por encima de cualquier otra consideración”. No entran a analizar las contradicciones, y llevan el debate a otro terreno asegurando que han conseguido suscitar el debate en Euskadi, que el PNV rechazara los homenajes, y que ayer los jeltzales apoyaran sancionar esos actos con una enmienda de adición de Ciudadanos que propone impulsar cambios legales para que el enaltecimiento se multe por la vía administrativa cuando no sea delito. La vía administrativa ya aparecía en el programa Zuzen Bidean impulsado por el Gobierno Vasco de Iñigo Urkullu. En ese caso, el secretario de Convivencia, Jonan Fernández, proponía sacar los homenajes del ámbito penal.
El pronunciamiento de ayer no tendrá ninguna consecuencia en el discurso del PP, que sigue oponiéndose al reconocimiento de la tortura y los abusos policiales mientras no medie una sentencia judicial. En cuanto al acercamiento de presos, exige la disolución de ETA como paso previo.
aplauso El portavoz del PNV en el Senado, Jokin Bildarratz, destacó la importancia de que los poderes públicos hayan rechazado los homenajes a ETA, y aplaudió que el PP haya asumido el pronunciamiento del Parlamento. Le agradeció que tenga en cuenta a quienes han sufrido una vulneración de los derechos humanos, y que comience a hablar de reinserción y resocialización: “Quiero subrayar el esfuerzo del PP al asumir el liderazgo aquí. Es algo de aplaudir, animar y agradecer porque aporta elementos positivos para la convivencia. Es un importante salto”. También emplazó a los reclusos a dar pasos.
Desde el PSOE, Tontxu Rodríguez valoró que “el PP nacional ha asumido todas las proposiciones del Parlamento de Vitoria que allí no asumieron”. Confió en que el PP se incorpore a la Ponencia sobre Memoria y Convivencia. Oyarzábal lo rechazó, con el argumento de que se ha rebajado el suelo ético. Por parte de Unidos Podemos, Miren Gorrotxategi coincidió en desear que el texto sea “el preludio de la participación del PP en la ponencia”. ERC se abstuvo porque no hubo alusiones a los presos catalanes, y EH Bildu distinguió entre recibimientos y homenajes. Oyarzábal se quedó con que el Senado ha repudiado estos actos, que hieren a las víctimas, “blanquean el pasado de ETA” e “inoculan odio” a los jóvenes.
rechazo a los homenajes. El Senado “manifiesta su rechazo” a los homenajes a miembros de ETA porque “son contrarios a la defensa de los derechos humanos y suponen una revictimización”.
todas las víctimas. El Senado recuerda a los poderes públicos su obligación de garantizar las políticas que expresen reconocimiento, reparación y justicia a las “víctimas del terrorismo y de vulneración de derechos humanos”.
toda forma de violencia. El Senado reitera su reconocimiento hacia “todas las víctimas”, y se compromete con una memoria que deslegitime “toda forma de terrorismo, violencia o vulneración de derechos humanos”.
reparación. El Senado apuesta por la verdad, justicia y reparación.
reinserción. “El Senado entiende que el ejercicio de los principios de reinserción y resocialización debe tomarse también en consideración para avanzar en una convivencia lo más normalizada posible. Estos principios deben poder aplicarse a las personas privadas de libertad tanto durante como tras el cumplimiento de sus penas”.