Cuenta la leyenda que Chiara Ferragni comenzó su carrera en la moda en 2009, con un pequeño blog que se ha convertido en una cuenta con casi 30 millones de seguidores en Instagram. Poco queda de aquella chica, ya que esta diseñadora, empresaria y madre cuenta con un verdadero imperio que no ha dejado de crecer.
Acostumbrada a ocupar portadas por su trabajo, sus estilismos o su perfecta vida social, en estos últimos tiempos todo se está viendo empañado por un complicado divorcio y una dolorosa sanción de un millón de euros como multa tras ser acusada de vender un producto con falsos fines benéficos. Sin duda no corren buenos tiempos para esta influencer.
Todo el desbarajuste comenzó a finales del año pasado, cuando lanzó una colaboración junto a la marca de dulces Balocco. Crearon un pandoro, postre típico navideño, cubierto por un glaseado rosa que estaba inspirado en la influencer italiana. Así las cosas, los beneficios recaudados con la venta debían ir destinados a financiar material terapéutico para niños del Hospital Regina Margherita de Turín.
El millón que no llegó
Hasta ahí todo bonito. El problema es que, según la Autoridad Garante de la Competencia y el Mercado (AGCOM), la donación al centro fue de 50.000 euros, pero ya había sido realizada meses antes de la venta del pandoro por la marca de dulces.
El tema es que las empresas vinculadas a Chiara Ferragni que participaron en esta colaboración lograron recaudar después un millón de euros con las ventas del producto que no fueron a parar al hospital. Esta situación, para las autoridades es una “práctica desleal” por hacer creer a los consumidores que “contribuían a la donación que, de hecho, ya había hecho Balocco”.
La sanción impuesta de un millón de euros (que si se mira bien es lo que han ganado las empresas de Chiara, con lo cual sería devolver lo ganado) enfadó a la italiana, que aseguró que la consideraba injusta y que la recurrirá en los tribunales.
A toda esta polémica hay que sumarle su ruptura con Fedez (su marido) después de varios meses de rumores de crisis alimentados porque ninguno de los implicados había vuelto a compartir en sus perfiles públicos ningún momento juntos. Esto no pasaría de ser una anécdota si no fuera porque esta pareja acostumbraba a contar a diario (y casi al minuto) su vida familiar en redes.
¿Pero quién es esta chica?
Chiara Ferragni nació en Cremona el 7 de mayo de 1987 y es hija de un dentista y una escritora italiana. Cuando tenía poco más de 16 años firmó contrato con su primera agencia de modelos. La cosa no fue muy bien y lo dejó porque según ha afirmado ella tenía otros intereses. Y ese otro foco de atención resultó ser la carrera de Derecho.
A la vez que estudiaba comenzó a sacarse fotos de su día a día. Detrás de las cámaras estaba el que entonces era su pareja: Riccardo Pozzoli. Resulta que aquellas imágenes de su vida en Milán llamaron la atención de las páginas Flickr y Lookbook, y así comenzó The Blonde Salad, el nombre que dio a su blog de moda.
El éxito fue rápido y fulgurante. Arrancaba la edad de oro de los blogs y ella estaba en la pole position. Sus fotos acabaron atrayendo a millones de visitantes a diario, necesitando incluso contratar un equipo detrás para poder mantenerlo vivo.
En la actualidad sigue funcionando como un medio de comunicación especializado en ropa de lujo. El año 2009 fue el pistoletazo de salida para una carrera de éxitos que se han ido diversificando: libros, colecciones de zapatos o trabajos con grandes marcas. Todo esto ha contribuido a que su caso fuera estudiado en la Universidad de Harvard en 2015 como modelo de negocio meteórico.
The Blonde Salad terminó por hacer de ella un icono de estilo y una empresaria de éxito. “Es bonito pensar que comencé con un blog tan pequeño y que ahora formamos un grupo tan grande”, comentaba al respecto. A lo que añade: “La gente cree en mí ahora, no solo mis followers, también la industria de la moda”.
La chica de moda
En su momento fue la primera creadora de contenido de la historia de Vogue que protagonizaba una de sus portadas. Además fue nombrada en la icónica lista de Forbes 30 under 30. Por si todo eso fuera poco cuenta con su propia empresa de ropa.
Y es que, a raíz del poder que ha alcanzado, probó suerte creando su propia marca de moda, una línea de negocio que hoy en día es una de sus grandes fuentes de ingresos. Se llama Chiara Ferragni Brand y abarca desde prendas casuales y deportivas, a vestidazos de fiesta, calzado, bolsos y joyas. Tienen varias tiendas en Europa (Roma y Milán), pero también ha organizado pop ups por varios rincones del mundo.
Ella es, sin duda, una de las invitadas más buscadas en el front row. La hemos visto acudir a las puertas de las Fashion Weeks de París, Milán, Londres y Nueva York, y disfrutar de la jornada de la Alta Costura enfundada en diseños inolvidables que acaparan todos los focos.
Historia de amor con San Remo
Chiara se caracteriza por su naturalidad y su carácter auténtico cuando hay una cámara delante. Todo esto le hizo candidata a ocupar el puesto de presentadora de televisión. Y lo hizo por la puerta grande, ya que participó en el famoso Festival de San Remo en 2023.
Pocos esperaban el cariz que tomó su participación en uno de los eventos más queridos por los italianos, ya que la famosa influencer aprovechó a reivindicar el papel de la mujer a través de su vestuario, confeccionado para la ocasión. Algunos diseños dieron la vuelta al mundo por su atrevimiento.
¿Y qué hay de amores?
Como ya hemos comentado antes que Riccardo Pozzoli fue el socio fundador de The Blonde Salad, creyó en ella desde el principio y la ayudó a crecer los primeros años del blog. Él fue la primera pareja conocida de Chiara Ferragni y estuvieron juntos durante seis años antes de decidir separarse como pareja, pero seguir juntos como socios.
El fotógrafo Andrew Arthur fue su pareja durante un año y medio. A pesar de declararse una amante incondicional de su país, vivió durante una temporada en Los Ángeles. Allí se mudó para vivir con su por aquel entonces novio, Andrew Arthur.
“Todo el mundo en L.A. tiene un gran sentido de la estética y de la música. Hay tantísimos conciertos todo el tiempo, y se descubren nuevos grupos que luego crecen asombrosamente”, afirmaba. Lo que no creció fue su relación. Eso sí, a pesar de haber roto el romance, Andrew sigue colaborando con la página web.
Llegan Los Ferragnez
Como todo en su vida es muy virtual, Chiara Ferragni y el rapero Fedez se conocieron en 2016 a través de redes sociales. Los paparazzis fueron sus fieles compañeros desde los inicios de su relación, y hay imágenes hasta de su primera cita.
En 2018, Fedez le pidió matrimonio a Chiara en uno de sus conciertos en Verona. En ese momento estaban viviendo en Los Ángeles y esperando a su primer hijo. Leone nació en marzo de 2018 y el matrimonio se dio el sí, quiero, en septiembre de 2018 en una preciosa boda en Noto, Sicilia, en la que Chiara vistió solo con diseñadoras italianas: lució un traje de novia de Dior diseñados por Maria Grazia Chiuri.
Para la celebración previa escogió un diseño de Prada y para las damas de honor, creaciones de Alberta Ferretti. “Era muy importante que los looks fueran creados por tres diseñadoras italianas, por mujeres que han sido importantes para mí en varios momentos de mi vida, que representan creatividad e independencia, y que me inspiran”, aseguraba. En marzo de 2021 tuvieron a Vittoria y agrandaron la familia, ya totalmente asentados en Milán.
Su vida familiar se convirtió en su mejor fuente de contenidos para redes sociales, por lo que a nadie le extrañó que crearan su propio reality show. Hace ya dos años que se lanzó la primera temporada, The Ferragnez, en la plataforma de Amazon Prime, así que medio mundo les ha podido ver ir a fiestas, las tardes con sus hijos, los viajes de trabajo... El 22 de marzo se hacía público que lo ya llevaba tiempo siendo un rumor: los Ferragnez se separaban.