En menos de una semana comienza el debate de ordenanzas fiscales en Vitoria, pero este miércoles, jornada en la que vencía el plazo para presentar enmiendas al proyecto para 2026 presentado por el Gabinete Etxebarria (PSE-PNV), quedó claro con las comparecencias, tanto de EH Bildu, coalición que parte como favorita al ser con la que pactó los actuales impuestos municipales, como de Elkarrekin, con la que acordó el nuevo Plan General, que las negociaciones para que el equipo de gobierno busque un socio para sacarlas adelante van para largo. Sobre todo, en materia de tasa de residuos y su nueva subida del 5,8%. Si bien, ambas tienen sus “puertas abiertas”.
“De manera muy negativa”
La coalición soberanista, que plantea una actualización generalizada de los impuestos, tasas y precios públicos del 2,2%, con algunas excepciones, dijo que no comparte “ni en el fondo ni en la forma” con lo planteado por el equipo de gobierno. Y que se ha “sorprendido y de manera muy negativa” por la iniciativa de PSE y PNV de volver a subir la tasa de basuras tanto a personas como a negocios. “PSE y PNV han decidido de manera unilateral lanzar un nuevo contrato para la gestión de residuos. No lo han hablado con nadie, no han tenido ni una sola reunión con EH Bildu”, expresó Rocio Vitero Pérez.
Tampoco comparte los cambios en el área de política social que dice que no fueron comunicados en la reunión de presentación del proyecto, ni en la Comisión de Hacienda y tampoco en la Audiencia Pública. Y se han encontrado con una nueva tarificación del servicio de ayuda a domicilio con un incremento entre un 30% y 65% por hora. “Desde EH Bildu estamos dispuestas a hablar y no tenemos ningún problema para debatir en políticas sociales, pero lo que no podemos hacer es traer esta subida de precios por la puerta de atrás o a escondidas como se ha hecho en este caso”.
Ni avala tampoco la propuesta de creación de una nueva tasa para eventos y no están de acuerdo con que el alumnado de la Academia de Folklore sea quien pague la fusión con Luis Aranburu. Y no aceptan que se limite la posibilidad de usar el palacio de Villa Suso a las mañanas.
Por ello, la coalición ha registrado más de 80 enmiendas, aunque recalca que su voluntad sigue siendo la misma: “total disponibilidad para negociar y acordar una fiscalidad que contribuya por un lado, a tener un Ayuntamiento que tenga capacidad para ayudar a la gente, y sobre todo avanzar hacia una fiscalidad que sea más progresiva y más progresista”.
En los impuestos más importantes, como el IBI, ve la posibilidad de mejorar las bonificaciones subjetivas, especialmente en el tramo cero a las personas más vulnerables. Junto a esa deducción, va a plantear poder compensar a las personas propietarias de VPO que tengan subidas a consecuencia de las decisiones de otras administraciones. Y plantea que se pueda justificar el uso de la vivienda aportando los consumos realizados o la ampliación de los plazos, cuando las viviendas cambian de propiedad.
Por otro lado, la subida general del 2,2% no afectaría a la OTA y a la ordenanza de caravanas. “Para nosotras la OTA no tiene afán recaudatorio, por lo tanto, no vamos a plantear esa actualización generalizada, excepto en la tarjeta anual que planteamos una actualización de un 2,2%”, indicó. En las actividades deportivas plantean que aquellas personas que tengan una valoración de un grado de dependencia, entre un 33% y un 65%, puedan tener una bonificación del 25%.
“Suavizarla”
En cuanto a la coalición morada, esto es la de Elkarrekin, formada por Podemos Euskadi, Berdeak Equo, Ezker Anitza IU y Alianza Verde, su portavoz, Garbiñe Ruiz, acompañada por el concejal Óscar Fernández, dijo que “habrá que ver cuál es la receptividad del Gobierno” a sus 17 enmiendas, teniendo en cuenta que el pasado año “apenas demostró voluntad de negociación”.
Destacaron que su propuesta para las ordenanzas fiscales para 2026 pasa por “suavizar” la subida del proyecto presentado por el Gabinete Etxebarria para que en vez de un 2,7% sea de un 1% con el fin de “rebajar la presión a las familias”, porque aunque son “conscientes” de que hay que actualizar los impuestos, tasas y precios públicos, “la subida del IPC no se ha trasladado directamente a los salarios”. Por ello, el esfuerzo tiene que ser “más llevadero”.
Al igual que EH Bildu, pusieron el foco en la tasa de residuos, “la más gravosa”. Proponen avanzar en el sistema de pago por generación real de los mismos. Respecto a las bonificaciones aplicadas por el uso del contenedor marrón, quiere subirlas del 10% al 15%. Y que no se determinen en función del número de metros de las viviendas, sino en función del número de personas empadronadas. También abrir esa bonificación a las personas que vivan de alquiler y por participar en el Garbigune y Reutilizagune (5%).