Ni mucho menos pintaban bastos en la gélida noche de Kaunas y existían motivos reales para ilusionarse. Todo parecía encaminado por fin a una alegría a domicilio en la Euroliga casi un año después tras aquel triunfo ante el Maccabi en Belgrado un lejano 17 de diciembre de 2024.

Luwawu-Cabarrot seguía una jornada más en estado de gracia, el rebote era de propiedad azulgrana en la mayoría de las ocasiones, la defensa también respondía en líneas generales con cierta eficacia pese a las dentelladas de ese demonio llamado Francisco...

Pues bien, el Kosner Baskonia revivió sus pesadillas de toda la temporada en el peor momento. Su nefasta lectura de juego allanó el camino del Zalgiris hacia la remontada. La alarmante falta de madurez del maratoniano azulgrana cada vez que le toca hacer la maleta volvió a salir a la luz con una secuencia de errores que le condujo hacia el enésimo desengaño.

Finalmente fueron 16 las pérdidas de un equipo que permitió al Zalgiris anotar casi 30 puntos en transición tras un error, en ocasiones, no provocado por el empuje rival.

En cuanto la defensa lituana subió la intensidad, se apagó por completo un Kosner Baskonia incapaz de conseguir fluidez en el juego, generar tiros liberados y dar continuidad al buen baloncesto que había desplegado durante 25 minutos.

Una parálisis letal

El primer amago de desvanecimiento llegó con un parcial de 14-3 en la recta final del tercer cuarto. Dos tiros libres de Maodo Lo propiciaron la primera ventaja del Zalgiris, aunque una canasta de Kurucs supuso un pequeño respiro de alivio para alcanzar un esperanzador 54-54 a falta del cuarto final.

Esos diez minutos finales se abrieron con un triple de Frisch, pero entonces sí desapareció de la pista un Kosner Baskonia empeñado en pegarse un tiro en el pie con errores a cada cual más infantil con Spagnolo y Diallo en el centro de todas las miradas.

El guineano y el italiano no supieron descifrar un partido que requería pausa, pero su precipitación únicamente consiguió despertar del letargo a un Zalgiris que tuvo en Brazdeikis y Tubelis a unos lugartenientes de lujo para Francisco.

El Kosner Baskonia pasó de dominar por 54-57 a verse completamente devorado por la efervescencia lituana en todas las facetas. Cinco minutos de pronunciada sequía ofensiva en medio de ataques deslavazados, algunos de los cuales se consumieron sin llegar a lanzar a canasta o con tiros sobre la bocina que ni siquiera tocaron el aro lituano.

Muchos jugadores se empeñaron en hacer la guerra por su cuenta, la circulación de balón desapareció por completo y el Zalgiris se disparó hacia la victoria (74-59) tras otro contundente parcial de 20-2 que dejó el encuentro visto para sentencia. Una oportunidad de oro se fue al limbo en Kaunas, donde pese a su mal momento más de uno se acordó de Howard.