El final de la construcción de la Y vasca, según indican las primeras previsiones, tiene fecha inmediata. Será en 2027, o 2028, según avanzan diversos medios castellanos, cuando ya esté ejecutado el nudo de Arkaute.

Esta será la última obra de envergadura para cerrar la trama ferroviaria que vertebrará los tres territorios de la CAV y que comunicará a los vascos con la meseta castellana y, por ende, con Madrid y el sur por una parte, y hacia el corredor mediterráneo por otra con la conexión navarra.

Sin embargo, si se cumplen los plazos ideados inicialmente, la obra a realizarse en las inmediaciones de la capital alavesa no supondrá la interconexión inmediata con el resto de la red de alta velocidad ferroviaria estatal.

El motivo de tal circunstancia hay que buscarlo en el tortuoso camino que aún tienen que recorrer las vías entre Burgos y la capital alavesa. En principio, habrá una diferencia de un mínimo de tres años entre el final del entramado vasco de alta velocidad y la conexión entre la capital alavesa y Burgos.

A finales del pasado mes de mayo, el Gobierno central adelantaba que será a finales de este año o ya en 2025 cuando saque a concurso los contratos para la construcción de los cinco subtramos que compondrán el trazado, cada uno de ellos, delimitado por su correspondiente proyecto constructivo.

A lo largo de 2025

Fue entonces cuando la secretaria general de Transporte del Ministerio del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, Marta Serrano, confirmaba que entre el último trimestre de este año y principios del que viene se recibirán los planos de todos los subtramos que compondrán el trazado final.

Una vez recepcionados los proyectos y puesta en marcha la licitación, se abrirá el concurso para la construcción de un tramo de alrededor de 100 kilómetros y que costará previsiblemente unos 1.500 millones de euros.

Según las previsiones manejadas desde Europa, sería 2030 la fecha límite para la puesta en servicio en su totalidad del denominado Corredor Atlántico, que unirá Madrid, Valladolid y Burgos con las capitales vascas y con Francia.

Sin embargo, los imponderables en proyectos de este calado no excluyen una mayor dilación en las fechas habida cuenta de la complejidad técnica de alguno de los subtramos, con túneles y puentes, entre otros retos arquitectónicos.

Precisamente, y al respecto, desde Adif, Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, han barajado otras fechas para tal hito, como 2035.

En definitiva, la Y vasca estará concluida en todos sus tramos y dispuesta para las pruebas sobre el terreno con los convoyes que sean precisos, aunque no tenga conexión aún con la red ferroviaria de alta velocidad hacia la meseta castellana ni la conexión con Pamplona, trazado que debe de elegir en breve entre las dos opciones posibles: Vitoria o Ezkio.

Avance significativo

Sea como fuere, lo cierto es que el Gobierno central acaba de autorizar la encomienda de gestión para que el Ejecutivo vasco asuma la construcción del nudo ferroviario de Arkaute con una inversión de 181 millones de euros.

Con ello, el Gobierno Vasco se encargará de la redacción del proyecto de construcción y la ejecución de la plataforma ferroviaria, según el proyecto básico de Adif, que será financiado por Moncloa con 146,3 millones mientras que Adif AV asumirá el desarrollo de la superestructura ferroviaria del nudo por 34,7 millones.

En concreto, tal y como recogió entonces este diario, el Consejo de Ministros autorizó hace unos días al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible a suscribir, a través de Adif Alta Velocidad, un convenio con Lakua para construir ese nudo ferroviario por un importe de 181 millones (IVA no incluido), un “paso fundamental para el desarrollo de la Y vasca”, informó el Ministerio.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la portavoz del Ejecutivo de coalición que sustenta al Gobierno central, Pilar Alegría, señaló que se trata de una “importante y decisiva inversión” para el desarrollo de la Y vasca, así como un “paso crucial” para esta infraestructura.

Última obra de la ‘Y’ vasca

“Es la última obra de esa Y vasca”, subrayó. El convenio recoge la encomienda de gestión para que la Administración General de la CAV redacte el proyecto de construcción y ejecute las obras de plataforma del nudo de Arkaute (Tramo II), partiendo del proyecto básico elaborado por Adif AV, que define tres tramos de acuerdo con el Estudio Informativo para la integración del ferrocarril en Gasteiz.

Estos tres tramos son la conexión de la capital alavesa (10 kilómetros), la conexión con la línea existente en sentido Altsasu/Iruñea (2,4 kilómetros) y el nudo de Arkaute (10,7 kilómetros), objeto de esta encomienda.

Sobre el particular, el Ministerio de Transportes señaló que, con esta actuación, que financiará el Gobierno español con 146,3 millones de euros, se materializará la ejecución de la “pieza clave sobre la que pivota toda la Y Vasca”.

Adif: redacción

Por su parte, Adif AV asumirá la redacción de los proyectos y ejecución de las obras de la superestructura ferroviaria del nudo (vía, electrificación, instalaciones de seguridad y comunicaciones, etc.), valorados en otros 34,7 millones.

Adif, incluirá a cargo de sus propios presupuestos, que anualmente se integran en los Presupuestos Generales del Estado, los importes correspondientes a las actuaciones incluidas en la encomienda.

El Ministerio insistió en que este tramo en el entorno de Gasteiz resulta de una “importancia crucial” en la conexión entre la red ferroviaria de Euskadi y el resto de la red de alta velocidad.

Se trata del nexo entre la capital y la Línea de Alta Velocidad Gasteiz-Bilbao-Donostia, a la que quedará conectada a través del tramo Arrazua/Ubarrundia-Legutiano, ya construido.

Proceso largo

Por su parte, la portavoz del Gobierno Vasco, María Ubarretxena, destacó que “se espera que para el próximo mes de noviembre” esté firmado el convenio entre Lakua y el Estado, para que el Ejecutivo de Imanol Pradales pueda ejecutar las obras del TAV en Arkaute.

Aunque reconoció que este proyecto tendrá una ejecución “larga”, calificó de “positivo” que sea ejecutado por Euskadi. “Creemos que es un paso positivo, un paso más en la construcción del Tren de Alta Velocidad”, insistió.

Preguntada sobre los plazos y fechas en los que se comenzará a ejecutar la obra, recordó que contempla un procedimiento de redacción de proyecto, de licitación de las obras y de ejecución de las obras, por lo que “será un proceso largo”.

Recordó que en el túnel de Abando, por ejemplo, “solo su ejecución fueron aproximadamente dos años”. “Será un proceso largo, es cierto, no obstante creemos que es un paso positivo que lo podamos ejecutar nosotros porque eso sí que creemos que le va a dar celeridad”, certificó Ubarretxena.