De entre los diferentes espacios festivos dispuestos a hacer disfrutar a gasteiztarras y visitantes en estos días de La Blanca, las txosnas –instaladas en la zona del campus universitario de Álava– son uno de los recintos más concurridos por jóvenes generaciones.
Un espacio acoplado con una más de una decena de puestos de comida y bebida que días previos al arranque de los festejos estuvo envuelto en la polémica del sistema de de facturación electrónico TicketBai y que, tal y como pudo comprobar este periódico durante la jornada de ayer, evitan aplicarlo a la hora de cobrar; puesto que solamente aceptan dinero en efectivo y no entregan al cliente una factura con código QR.
Aún y todo, la txosnagune, además de servir unos tragos y llenar el estómago de blusas y neskas, continúa siendo uno de los espacios más aclamados durante las noches de jolgorio, por su variedad de conciertos y, por ende, estilos de música. Tres carpas grandes acogen durante estas noches de La Blanca a todos aquellos dispuestos a exprimir– un rato más– las horas de disfrute en compañía de la cuadrilla.
Y para ello, todo debe estar preparado. A eso de las 20.00 horas de este lunes día 5 – día grande de las fiestas– en el primer puesto de la entrada decenas de voluntarios han concentrado su mirada en partir un gran número de barras de pan e introducir diferentes embutidos en su interior a fin de ofrecer bocatas listos y calientes para todos aquellos que se acercan a la txosnagune con apetito.
De pollo con queso con pimientos rojos, de cebolla con pimientos verdes así como el clásico de patata de tortilla no faltaban en los carteles colgados en el puesto de comida.
'Gazte Carpa'
"Normalmente en estos días en txosnas es el sitio donde en Gasteiz se suele reunir a gente y siempre suele haber muy buen ambiente"
Unos metros más adelante, en la Gazte Carpa (carpa de jóvenes) Amaiur Sillero y Leire Garai aguardan– con su joven espíritu– la llegada de clientes detrás de la alargada barra de servicio. “Normalmente en estos días en txosnas es el sitio donde en Gasteiz se suele reunir a gente y siempre suele haber muy buen ambiente. Nosotros estamos contentos también”, señalaba Garai.
Aunque divididos por turnos, la noche suma “unos cinco o seis” camareros para atender a todos aquellos que quieren disfrutar de un concierto de rock.
Asimismo, señalan que a altas horas de la noche, suelen producirse episodios de agobio. “A partir de las 11.00 de la noche se nota, pero hasta entonces está todo muy tranquilo”, apostillaba, por su parte, Sillero.
"Se nota que viene gente de otros lados, pero lo bonito de las txosnas de Gasteiz te encuentras con personas de toda la vida pero también con gente que hace mucho tiempo que no veías"
En este sentido, ambas destacan el día 5 como el más señalado, con la llegada de diferentes cuadrillas de blusas y neskas a las txosnas, los gasteiztarras que abandonan la fiestas en la ‘Kutxi’ además de todas aquellas personas que se acercan estos días desde ciudades colindantes como Pamplona, Bilbao o Donostia; jóvenes en su gran mayoría.
“Se nota que viene gente de otros lados, pero lo bonito de las txosnas de Gasteiz te encuentras con personas de toda la vida pero también con gente que hace mucho tiempo que no veías”, señala Garai.
Respecto a los horarios, todas las carpas echan su persiana a las 06.00 horas de la mañana a excepción de de la bautizada como Entxosnate, que cierra a las 8.00 para las almas más fiesteras.
Las de antes
"En mis tiempos eran txosnas muy reivindicativas, más pequeñas y sin escenarios para cantar"
Según han podido narrarnos dos hermanos gasteiztarras de la vieja escuela, las txosnas de la capital alavesa cuarenta años atrás – también instaladas durante estos seis días de La Blanca– estaban ubicadas en el entorno de La Florida.
“En mis tiempos eran txosnas muy reivindicativas, más pequeñas y sin escenarios para cantar”, ha contado él. Txosnas que pertenecían a algunas de las cuadrillas de blusas más veteranas, tal y como comentaban ambos. En este sentido, señalan que el estilo de txosnas actuales– dotadas de carpas construidas a lo grande con distintas actuaciones– es una moda atraída de la capital vizcaína. “En Vitoria lo vamos igualando”, ha comentado uno de los veteranos entre risas.